Manual para quemar el Liceo. Manifiesto por una cultura ecológica

¿Ha llegado la hora de desechar en su totalidad la noción de cultura que hemos heredado? ¿Cómo podemos hacernos cargo colectivamente de esta cosa llamada cultura?

Manual para quemar el Liceo. Manifiesto por una cultura ecológica. Jaron Rowan. Mapas. Traficantes de Sueños.

El siglo XX fue un siglo de vapuleos y enmiendas a muchas de las asunciones propias de la modernidad europea. No obstante, pese a que gran parte de su legado fue pasado por la trituradora, una idea permaneció intacta: la idea ilustrada de que la cultura «civiliza», nos libera o nos hace mejores. Este libro, que reivindica a un tiempo la tradición de los estudios culturales y una perspectiva de análisis materialista, nos invita a replantear la vigencia de la noción burguesa de cultura, que todavía sigue siendo promovida por las instituciones públicas y que define los valores y aspiraciones de gran parte de la sociedad.

La propuesta de Jaron Rowan desafía la noción de la cultura como un agente inherentemente emancipador y transformador, al tiempo que muestra cómo esta ha sido repetidamente empleada para mitigar los conflictos sociales y bloquear los procesos de cambio político. La cultura es un medio para moldear los gustos y sensibilidades de las clases medias, convirtiéndose así en una importante herramienta de gobierno social. Al explorar las formas de trabajo, precariedad y subjetividad, a la vez que analiza el ámbito de la estética, este libro pone en crisis muchos de los fundamentos sobre los que se articula la noción de cultura burguesa heredada, con el fin de abrirnos a nuevos paradigmas ecológicos de entender, habitar y vivir la cultura

Fragmentos presentación del libro, alguna idea más sobre Matthew Arnold.

Giuseppe Mancini dice, «hemos creado Italia, ahora tenemos que crear italianos», en referencia, a que había que generar una conciencia italiana después de constituir el Estado Italiano, para ello crea la primera red de bibliotecas públicas, donde se produce al sujeto, italiano estándar, que tiene que ser representado por una cosa nueva, abstracta llamada Italia.

Estos elementos de producción de una sensibilidad adecuada donde la cultura es política. Tiene que parecer que no lo es; que es una expresión del yo, una preferencia individual, algo que emana de nosotros y que es lo que nos gusta. Si normalizamos esa preferencia (esa norma sin norma escrita), la política ha funcionado. 

Pasamos de esta autocolonización (de la burguesía) a la idea bastante europea de que el resto del mundo se podría parecer a nosotros, si lo colonizamos, si lo civilizamos… Exportar, maltratar y matar a las personas y robarles, pero a cambio de llevarles civilización y cultura. 

A finales del siglo XIX, aparece el panfleto de Matthew Arnold, Cultura y Anarquía, cuando un grupo de obreros entra en High Park, un parque real, reivindicando el derecho al sufragio universal masculino. 

Pisan las flores. Como van a votar, si no están civilizados, si no han visto la belleza y la han pisoteado. ¿Cómo vamos a darle el voto a la clase obrera si antes no tienen gusto, si no saben a quien van a tener votar?

El Estado habría de intervenir, según apunta en Cultura y anarquía, con el fin de evitar que la diversidad degenere en una confusión generaliza­ da que ponga en riesgo el orden social. 

La anarquía amenazaría así con extenderse en la sociedad en que la cultura dejara de ejercer su influencia. Como otros críticos de la época, Arnold fue plenamente consciente de que el «crecien­te poder» democrático provocaba en Europa una transformación sin precedentes de la sociedad. 

La respuesta política al panfleto, es crear una red de escuelas públicas para hijos de obreros, el principio de la escolarización obligatoria. Si no pasan por este aparato de normalización no vamos a darle el derecho a voto. No se puede permitir que la anarquía, quien no respete lo bello, lo docto y lo útil, entre en nuestras instituciones, los salvajes tienen que estar fuera. Si quieres participar tienes que hacerte con una cosa llamada cultura... Arnold abogaba por una agenda extraña, pero profundamente sana y necesaria. Las escuelas deberían promover - como él mismo dijo - “dulzura y luz”.

Quería un curriculum que le enseñara sistemáticamente a todos en la tierra: “lo mejor que se ha pensado y se ha dicho en el mundo”, para que a través de este conocimiento, pudiésemos ser capaces de “convertir una corriente de pensamientos frescos y libres en nuestras surtidas nociones y hábitos”.

La función normalizadora y de control social de la educación.




Etiquetes

Cultura de carrer Documental Empoderament Intervenció social Micromasclismes PAH Sobirania alimentària Sociologia acció col·lectiva acció directa anarquisme animació sociocultural anticapitalisme antiespecisme antifa antiglobalització apoteosi nècia assemblea autogestió avaluació barri capacitats diferents ciberanimació ciutat ciutats en transició col·lapse competència ecosocial comunal comunicació comunicació 2.0 comunitat consum responsable creació cultural crisi cultura democràtica cultura lliure cultura organitzativa cures decreixement democràcia democràcia cultural desenvolupament comunitari desigualtat desobediència diversitat funcional ecofeminisme educació integral educació no formal educació popular edupunk empatia radical equipaments socioculturals escoles feministes espai públic esport estat del benestar feminisme fp gestió ciutadana gestió cultural gestió de conflictes globalització graffiti grup d'acció grups de consum gènere horitzontalitat innovació democràtica intel·ligència col·lectiva interelacions inèdit viable lalluitaeduca libros lideratge llenguatge inclusiu lleure educatiu lleure sociocultural llibres lluita de classes masculinitats mediació comunitària microvídeo mobilitzacions municipalisme okupa organització participació pedagogia llibertària pedagogía crítica pedagogías invisibles perspectiva de gènere planificació poder poesia política projecte professional quadern de bitàcola reclaim the streets refugiades repressió sabadell servei públic sindicalisme solarpunk sostenibilitat suport mutu teatre de l'oprimit terapia antishock transformació treball per projectes violència masclista ètica hacker
Mostra'n més