El 29 de junio de 2022, la Tierra registró un récord muy raro: ese día fue el más corto desde la década de 1960. Es decir, desde el momento en que comenzamos a medir la rotación del planeta con relojes atómicos de alta precisión.
Los días duran (aproximadamente) 24 horas. Si tenemos en cuenta que un día es el período en el que la Tierra gira 360 grados sobre su eje, lo cierto es que nuestro planeta tarda 23 horas, 56 minutos y 4,09 segundos en girar sobre sí misma. De ahí que cada cuatro años tengamos un día adicional en nuestro calendario, el famoso 29 de febrero de los años bisiestos. Sin embargo, a efectos prácticos, redondeamos esta cifra hasta las 24 horas diarias.
Un segundo extra. Hablamos de variaciones muy pequeñas, imperceptibles; pero están ahí. Algunos días son más largos, otro son más cortos... El 29 de junio fue un poco más corto: la medianoche se adelantó 1,59 milisegundos.
A pesar de que no se sabe a ciencia cierta, los investigadores apuntan a que podría estar relacionado con procesos en las capas tanto internas como externas de la Tierra. De hecho, algunos estudios apuntan a que la luna es la principal culpable de este efecto porque su tirón gravitatorio distorsiona ligeramente el planeta hasta el punto de que este produzca una fricción de marea que frena constantemente la rotación de la Tierra. También a otros factores como los océanos, las mareas e incluso el clima.