AMANDA ANDRADES | Cxtx. Jordi Évole y ‘Salvados’ proyectan en más de 130 cines la historia de un velero reconvertido en barco de rescate en el Mediterráneo. La recaudación va destinada a la ONG Proactiva Open Arms.
Todos, o casi todos, hemos visto imágenes de naufragios, rescates y muertos en el Mediterráneo. Cada cierto tiempo los telediarios los ofrecen en su menú, comida o cena, espectáculo. Cada cierto tiempo, una nota breve de agencias en las webs de los diarios. Si los muertos superan el centenar, tal vez logren abrir la edición de ese día, tal vez, incluso, una portada. Hasta que llegue otra ‘noticia’ que los desplace, hasta la siguiente “tragedia que conmociona a Europa”. Como mucho tendremos respuestas al qué, dónde, cuándo y cómo. Nunca al por qué. Casi nunca al quién, a no ser que como respuesta nos baste y nos sobre con dos categorías, refugiados y/o inmigrantes, subastadas, a veces, por el color de la piel, en un continuum que va del color ‘carne’ al negro.
“¿Qué pasaría si en vez de negros fuesen blancos?”, se pregunta Jordi Évole en una conversación, mediada por la distancia y la frialdad técnica del Skype. Y, sin embargo, la interfaz no logra disimular cierta rabia. “Abriríamos todos los informativos con eso”, se responde.
Y a eso, o mejor aún, a la respuesta de algunos ciudadanos para evitar que eso ocurra, dedicará Salvados su espacio de televisión este domingo 16 de octubre. En prime time. Horario de máxima audiencia para mostrar el trabajo de rescate de la ONG Proactiva Open Arms en el Mediterráneo. Antes se proyectará en el cine. En más de 130 salas. “El primero en sumarse fue un autocine de Valencia. El segundo, uno de mi pueblo, Cornellà”, recuerda emocionado el periodista.
MÁS DE UNA HORA Y MEDIA SIN IMÁGENES IMPACTANTES NI RITMO TREPIDANTE DE HÉROES JUGÁNDOSE LA VIDA, NI VOZ EN ‘OFF’ MACHACONA Y ESTRIDENTE. SOLO LA DUREZA DE LA REALIDAD.