Alba-Rico | Rebelión. Tras un nuevo aplazamiento denunciado por la oposición, finalmente ayer, a las 17.30 horas, el gobierno desencadenó el fin del mundo. Tal y como se había reiteradamente prometido, las estrellas se desplomaron sobre la tierra incendiando casas y bosques; los ríos desbordaron sus cauces y arrastraron en corriente estrepitosa poblados enteros; los océanos dejaron caer muros de agua sobre las ciudades; grandes terremotos sacudieron el planeta derribando rascacielos y abriendo repentinos abismos en las calles; la peste el fuego, la guerra y la muerte cabalgaron libremente por el mundo. Telecinco retransmitió la catástrofe minuto a minuto y emitirá esta tarde un programa especial con las mejores imágenes. “Hemos respondido a las demandas de la población”, ha declarado el portavoz del gobierno Sucinto Turno.
Apenas si han sobrevivido 6.700 millones de personas, aunque la mayor parte de ellas se encuentra en una situación muy difícil. Entre los supervivientes, en torno a mil millones se están muriendo de hambre; 4.750 millones de supervivientes son pobres o muy pobres; 1.200 millones de supervivientes están desempleados; 3.250 millones de supervivientes están subempleados o trabajan en precario; 2.500 millones de supervivientes no tienen acceso a agua potable; 3.000 millones de supervivientes están privados de servicios sanitarios elementales; 113 millones de niños supervivientes no pueden ir a la escuela y 13 millones de niños supervivientes morirán el próximo año de enfermedades curables. De las especies animales supervivientes, 16.023 están en peligro. “Hemos esperado demasiado y podía haberse hecho mejor, pero apoyamos la acción del gobierno”, ha declarado Martín Prolijo, líder de la oposición.
Telefónica, Iberdrola y el Banco de Santander han doblado sus beneficios. Los mercados, tras meses de vaivenes e incertidumbres, reposan por fin tranquilos.