Santiago Alba Rico | Público.
Según su propio relato, el 13 de enero de 1998, Matías Bauer, propietario de una conocida cadena de supermercados, volvió a casa y buscó en vano a su esposa, Elisa Ramírez, joven cajera con la que se había casado unos meses antes. Denunciada su desaparición, la policía nunca pudo hallar su paradero. Bauer se casó entonces con Martina, su secretaria, quien desapareció también un año después. Ocho veces más contrajo matrimonio el empresario y ocho veces más sus mujeres, siempre jóvenes y pobres, huyeron de su lado sin dejar rastro. Lloroso y enrabietado, Bauer las acusa de infidelidad e ingratitud; sin embargo, tras la desaparición de Adelfa el pasado mes de mayo, algunas voces han comenzado a hablar de él como de un nuevo Barba Azul y la policía ha interrogado al millonario.
Ayer las 10 mujeres de Bauer salieron del armario, donde habían permanecido escondidas durante años. El testimonio de Elisa, la primera de sus esposas, resume el de todas ellas: “encerrada en el dormitorio, oía los pasos de Bauer acercándose por el pasillo y un miedo terrible se apoderaba de mí. Un día no pude más y, como la puerta estaba cerrada, me metí en el armario. Y descubrí que el armario era inmenso y estaba lleno de gente”.
Las 10 mujeres han salido del armario para probar que siguen vivas, pero enseguida han vuelto a entrar en él. “Ustedes lo llaman entrar”, ha declarado Martina, “pero para nosotras es salir”. Y Adelfa, la más joven, ha añadido: “Somos miles de mujeres las que vivimos ahí, llegadas a través de los armarios de dormitorios, escuelas y fábricas de todo el mundo. No saldremos nunca más”.
Matías Bauer ha puesto candados en los armarios de su casa y policías en los vestuarios del personal de sus supermercados.
El miedo se extiende. ¿Y si escaparan todas? ¿Y si -al revés- una multitud airada asaltara el mundo desde los armarios?