Santiago Alba Rico | Público.
Ayer las 10 mujeres de Bauer salieron del armario, donde habían permanecido escondidas durante años. El testimonio de Elisa, la primera de sus esposas, resume el de todas ellas: “encerrada en el dormitorio, oía los pasos de Bauer acercándose por el pasillo y un miedo terrible se apoderaba de mí. Un día no pude más y, como la puerta estaba cerrada, me metí en el armario. Y descubrí que el armario era inmenso y estaba lleno de gente”.
Las 10 mujeres han salido del armario para probar que siguen vivas, pero enseguida han vuelto a entrar en él. “Ustedes lo llaman entrar”, ha declarado Martina, “pero para nosotras es salir”. Y Adelfa, la más joven, ha añadido: “Somos miles de mujeres las que vivimos ahí, llegadas a través de los armarios de dormitorios, escuelas y fábricas de todo el mundo. No saldremos nunca más”.
Matías Bauer ha puesto candados en los armarios de su casa y policías en los vestuarios del personal de sus supermercados.
El miedo se extiende. ¿Y si escaparan todas? ¿Y si -al revés- una multitud airada asaltara el mundo desde los armarios?