Con
los primeros bombardeos fascistas a ciudades leales a la República, el
Gobierno y organizaciones antifascistas iniciaron solidariamente la
evacuación de la población más inocente e indefensa, mujeres, ancianos y
niños, a la retaguardia republicana. La infancia fue atendida como
nunca se había hecho en ningún conflicto bélico y como nunca asistida
mundialmente, después de la guerra de España, hasta la actualidad.
En septiembre de 1937, en la zona leal, en Régimen Familiar había 406 Colonias con 33.121 infantes y 159 Colonias colectivas con 12.027 niños y niñas.
En agosto de 1938 había 310 Colonias colectivas, que atendían a más de 23.000 colonos.
En noviembre de 1938 el total general de niños y niñas evacuados al extranjero era de 31.004.
En diciembre de 1938 la cifra de niños y niñas residentes en la zona republicana ascendía a 3.715.000.
Datos, documentos, imágenes y testimonios orales avalan esta monografía, “De las negras bombas a las doradas naranjas”, que abarca desde la salida de la infancia evacuada hasta su tránsito e instalación. Lo que serían unas vacaciones en Colonias, hogar y escuela, permanentes que se prolongaron hasta el final de la guerra. Luego, todo fue peor.
Las 352 páginas y 250 ilustraciones convierten a este libro en el más extenso estudio sobre las Colonias escolares en tiempo de guerra.