Las primeras
investigaciones revelaron que el antiguo Mirador que servía de
dormitorio a Alejandra fue cerrado con llave desde dentro por la propia
Alejandra. Luego (aunque, lógicamente, no se pueda precisar el lapso
transcurrido) mató a su padre de cuatro balazos con una pistola calibre
32. Finalmente, echó nafta y prendió fuego.
Esta tragedia, que sacudió a Buenos Aires por el relieve de
esa vieja familia argentina, pudo parecer al comienzo la consecuencia de
un repentino ataque de locura. Pero ahora un nuevo elemento de juicio
ha alterado ese primitivo esquema. Un extraño "Informe sobre ciegos",
que Fernando Vidal terminó de escribir la noche misma de su muerte, fue
descubierto en el departamento que, con nombre supuesto, ocupaba en
Villa Devoto. Es, de acuerdo con nuestras referencias, el manuscrito de
un paranoico. Pero no obstante se dice que de él es posible inferir
ciertas interpretaciones que echan luz sobre el crimen y hacen ceder la
hipótesis del acto de locura ante una hipótesis más tenebrosa. Si esa
inferencia es correcta, también se explicaría por qué Alejandra no se
suicidó con una de las dos balas que restaban en la pistola, optando por
quemarse viva.
[Fragmento de una crónica policial publicada el 28 de junio de 1955 por La Razón de Buenos Aires.]
El escritor murió a los 99 años en su casa de la localidad bonaerense de Santos Lugares, confirmó su colaboradora Elvira González Fraga. "Hace como quince días tuvo una bronquitis y a la edad de él esto es terrible", explicó la mujer. Los restos de Sabato serán velados a partir de las 17 en el club Defensores de Santos Lugares, situado en la calle Severino Langeri 3162.
Privar a un niño de su derecho a la educación es amputarlo de esa
primera comunidad donde los pueblos van madurando sus utopías.
Su condición de luchador
social lo hizo grande e inmortal a través de sus innumerables obras.
Ernesto Sábato coincidió con muchos otros pensadores en que el futuro de la humanidad es sombrío por el capitalismo; en que cada día se acrecienta el desempleo y más personas nunca tendrán oportunidad de encontrar un trabajo digno en su vida. Los miserables de Víctor Hugo estarán engordando los cordones de miseria en el mundo. Los desiertos serán las tierras prometidas que el Dios capital regalará a los pueblos hambrientos. Las guerras y la muerte por inanición son el regalo del imperialismo para encargarse de ellos.
Leer les dará una mirada más abierta sobre los hombres y sobre el
mundo, y los ayudará a rechazar la realidad como un hecho irrevocable.
Esa negación, esa sagrada rebeldía, es la grieta que abrimos sobre la
opacidad del mundo. A través de ella puede filtrarse una novedad que
aliente nuestro compromiso.
¡Hasta siempre Ernesto Sábato!
A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren, y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil. Seria eso, verdaderamente, ¿toda nuestra vida sería una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?
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