ANÁLISIS
| ’Cómo está El Patio’ en el Madrid de la crisis y las privatizaciones | Diagonal periódico
Integrantes
del centro social madrileño Patio Maravillas explican para Diagonal web
qué ha cambiado desde su nacimiento en 2007. ¿Puede un centro social
permanecer ajeno a la realidad de la crisis?
GRUPO DE COMUNICACIÓN DEL PATIO MARAVILLAS
Martes 15 de marzo de 2011.
Número 145
El Patio Maravillas se encuentra en un proceso de
transformación importante desde hace aproximadamente seis meses. Un
proceso que se inició el pasado mes de septiembre tras el plenario anual
del espacio. El punto de partida del análisis era la intuición colectiva de que nos encontrábamos en un importante cambio de fase política,
que muchas de las suposiciones sobre las cuales habíamos construido la
práctica política del Patio Maravillas ya no valían, que el paisaje
político se había transformado radicalmente.
Por hacer un resumen muy sintético del cambio que intentamos identificar, veíamos
que el Patio nacía como un espacio que servía de infraestructura
ciudadana en un contexto en el que se identificaba una potencia social
muy fuerte (después de las movilizaciones contra la guerra, el 11-M, V
de Vivienda, etc.) que no tenía espacios en los que
desplegarse. Sin embargo, en el actual contexto de crisis económica, los
imaginarios de potencia creativa y autónoma ligados al periodo
anterior, aparecen completamente clausurados.
Dicho más claro, nadie parece creer hoy día que “otro mundo” sea “mínimanete probable”. La crisis impone lo existente como lo único real
y el miedo a perder lo poco que se tiene (quien tiene) orienta una
transformación social profunda donde la conflictividad de los de abajo
hacia arriba se vuelve violencia horizontal: lucha de pobres contra
pobres, racismo, etc. Y los derechos sociales, una frontera difusa de
entrada y salida en la que un día estás dentro de la protección de los
servicios públicos y el Estado y al día siguiente eres uno más de las
capas de excluídos.
De igual manera identificamos que las defensas
abstractas de lo existente no son capaces de agrupar en términos de
conflicto y que la confianza en una división más o menos clara entre lo público y lo privado ha desparecido por completo.
La administración pública es un agente que coopera y facilita al campo
privado las expropiación de los bienes comunes: salud, territorio,
educación, conocimiento, etc.
En ese contexto repensamos nuestra práctica y lanzamos
varias lineas de actuación, todas ellas atravesadas por dos cuestiones
que nos parecen centrales.
Creación de redes y espacios de movimiento.
En los últimos meses hemos empezado a participar en
diferentes espacios de convergencia a nivel local y metropolitano tanto
con asociaciones de vecinos y vecinas como con redes de economía
alternativa, colectivos sindicales, asociaciones universitarias, etc.
Esto ha fructificado principalmente en tres apuestas políticas que ahora
mismo atraviesan el espacio.
Trabajo local en el Solar de Antonio Grillo:
ocupado el pasado mes de julio con motivo del tercer aniversario del
Patio Maravillas, este solar de titularidad pública se ha convertido en
un espacio de trabajo y cooperación con las asociaciones vecinales del
barrio y con las AMPAS de los institutos de la zona, así como el espacio
de desarrollo de un importante huerto urbano y otra experiencia de
agroescología. La propuesta que se está fraguando en los últimos meses
es la de la construcción de una dotación social de nuevo tipo que sirva tanto de dotación deportiva, como parque infantil, huerto, etc.
Trabajo metropolitano en la Campaña Contra El Expolio de lo Común:
Un espacio de confluencia de diferentes asociaciones y colectivos en
lucha de la ciudad y la comunidad, en el campo de la salud, la
educación, la movilidad, la vivienda, la ecología urbana, etc. Se
concibe como una herramienta de propuestas, mapeo e investigación de las
dinámicas del expolio y sus resistencias y de apoyo mutuo entre
iniciativas.
Ocupación
y rehablitación de Corredera Baja de San Pablo: El pasado mes de enero,
las redes territoriales del barrio de Malasaña ocuparon un edificio
público en la Calle Corredera Baja. El espacio, un enorme inmueble
propiedad de la Empresa Municipal de la Vivienda es una petición
histórica de las asociaciones de vecinos y vecinas como dotación social
para el barrio que iba a ser vendido para paliar la deuda del
ayuntamiento.
La acción de ocupación impidió la venta y a partir de ese momento se ha ido conformando un sujeto múltiples entre El Patio, las redes vecinales, Ecologistas en Acción y distintos espacios de la economía alternativa
(REAS, Coop57, diferentes cooperativas) que han preparado un proyecto
para la rehabilitación y posterior cesión del espacio por parte de las
administraciones. El lunes 14 de Marzo la policía desalojó el inmueble
ejecutando una orden que la EMV había solicitado con carácter urgente
argumentando que había riesgo de ruina. Esto abre un nuevo panorama en
la propuesta de rehabilitación del espacio, que se seguirá presentando
el próximo día 23 de Marzo a la ciudadanía y a Pilar Martínez,
responsable de urbanismo en el Ayuntamiento de Madrid.
Dimensión central de los procesos económicos y productivos en el espacio
Precisamente, uno de los análisis que nos parecía más interesante de toda lectura del nuevo contexto era la necesidad de generar espacios de “vida digna” que resistieran a la crisis y propusieran herramientas para cortocircuitar la producción interesada de escasez, etc.
Veíamos central la experimentación de mecanismos de obtención de renta directa e indirecta y la generación de herramientas de desprecarización colectivas y generalizables.
En estos momentos hay dos cooperativas de trabajo funcionando en el
espacio, una textil y otra de producción de muebles con materiales
reciclados. Además se ha lanzado una lista de correo para generalizar el
apoyo mutuo a nivel local, llamada “precapatio", se ha dado un nuevo
impulso a las herramientas de desprecarización que ya teníamos en marcha
(tanto los talleres gratuitos como la Tienda Gratis) y se ha relanzado la asesoría de la ODS formalizando también una alianza con la cooperativa de abogados “Red Jurídica”.
Por último, hemos iniciado un debate intenso y para establecer criterios que nos permiten impulsar proyectos de autoempresarialidad de mayor envergadura y apoyar las redes de economía social y alternativa de la ciudad.
Todos los procesos anteriormente mencionados están dando
sus primeros pasos y manejan niveles de complejidad organizativa muy
alta, por lo que es pronto para lanzar conclusiones a una pregunta que,
de momento, está abierta.
El Patio, por lo demás, sigue funcionando y resistiendo
como hasta ahora, camino de cumplir cuatro años de vida el próximo mes
de julio.