Hacer estos agujeros no es una fantasía abstracta. Lo hacemos todo el tiempo. Gritamos, besamos, soñamos. Individual y colectivamente decimos no a la imposición del capital, en la fábrica, en la oficina, en las calles, en el hogar. Nos juntamos con otros para crear espacios alternativos, espacios de tiempo en los cuales decimos: "no, aquí no; aquí capital no rige; aquí determinaremos nuestro propio hacer".
Hacemos esto en el trabajo, en seminarios, en centros sociales, en la Selva Lacandona, en Buenos Aires. Nos rebelamos. La rebelión es el elemento central de la ida de todos los días. Donde quiera que estemos, en el trabajo o fuera del trabajo, hay un millón de maneras en las cuales decimos: "no queremos ser parte de esto, no seremos parte de esto".
La repulsión entre el capital y nosotros es mutua. En una escala cada vez más vasta, el capital está expulsando gente diciéndoles que no son útiles para el capital, forzándolos a buscar otras formas de supervivencia. Y aun si no son expulsados, la constante amenaza de serlo está más presente que nunca.
Estas repulsiones mutuas se juntan y el probema es cómo hacer esto fructífero. La gente dice no al capital y el capital dice no a la gente y esto hace más fuerte el no al capital.
Nos rebelamos, pero la rebelión no es suficiente. Decimos no, pero el problema es cómo hacer ese no más estridente, como artiuclar los no. La rebelión s el punto e partida, pero el tema no es la rebelión, sino la revolución, es decir, cómo la rebelion puede florecer en revolución. El no es un agujero en el capitalismo (por supuesto contradictorio) pero es el único punto de partida posible. ¿Cómo empezar desde ese agujero y hacero más y más grande? ¿Cómo expandirnos, cómo aspirar hacia la totalidad? (...)
Encuentro difícil pensar la revolución como otra cosa que no sea hacer agujeros en el capitalismo y ampliarlos progresivamente. (...)
Aquí tamben es cuestón de avanzar, de plantear y replantear a través de las experiencias la angustiosa pregunta de cómo podemos exender los claros en la jungla, de cómo podemos romper con el capitalismo, de cómo podemos transformar la rebelión (siempre presente) en revolución (desesperadamente urgente).
John Holloway. Contra-y-más-allá del captial.