El Capital Social es considerado la variable que mide la
colaboración social entre los diferentes grupos de un colectivo humano, y
el uso individual de las oportunidades surgidas a partir de ello, a
partir de tres fuentes principales: la confianza mutua, las normas
efectivas y las redes sociales.
El capital social mide, por tanto, la sociabilidad de un conjunto
humano y aquellos aspectos que permiten que prospere la colaboración y
el uso, por parte de los actores individuales, de las oportunidades que
surgen en estas relaciones sociales. Una sociabilidad entendida como la
capacidad para realizar trabajo conjunto, la de colaborar y llevar a
cabo la acción colectiva.
El término de "capital social" proviene de una analogía con el de capital
económico. De todas formas, su escasa fijación en la literatura social y
económica hace que sea un tanto difícil de consensuar. En un comienzo,
fue usado a principios del siglo XX en pedagogía. No fue retomado hasta la década de 1960
cuando se empezó a usar para teorías de desarrollo económico.
Normalmente en los modelos económicos tradicionales este concepto es
totalmente ignorado, pero en los años 1980 volvió a tomar importancia. Fue usado por muchos autores en sociología y modelos de economía alternativos.
Se podría resumir como "no sólo es importante qué conoces, si no a quién". Fukuyama, lo define como la norma que hace que exista cooperación entre dos partes. Autores importantes son Putnam 1993 y Coleman 1988.
En lo que se refiere al valor colectivo de las redes sociales,
es considerado para la formulación de políticas en muchas
organizaciones; incluso siendo recientemente reconocido por
instituciones tales como el Banco Mundial (aunque con algunas reservas al concepto).
Afinando los matices del concepto, el capital social no tiene por que
necesariamente producir cosas buenas, puede generar discriminación
sobre individuos o grupos. A veces el capital social puede tener
connotaciones negativas, como en el caso de mafias
diversas (los contactos y redes sociales creados entre varias personas
pueden idear cosas consideradas negativas por una sociedad, como el
crímen).
Sin embargo, como hemos apuntado, en los últimos años se han
destacado tres “fuentes” principales del capital: la confianza mutua,
las normas efectivas y las redes sociales. A pesar de las posibles
diferencias en la forma de definir y medir estos atributos, el capital
social siempre apunta hacia aquellos factores que nos acercan como
individuos y a cómo este acercamiento se traduce en oportunidades para
la acción colectiva y el bienestar del grupo.
¿Cómo funciona el Capital Social?
El término Capital Social no sólo se refiere a sentimientos nobles o generosos, sino que abarca una amplia diversidad de beneficios que van desde la amistad, confianza, reciprocidad e información, hasta la cooperación en conjunto o en comunidad. El Capital Social genera valor o merito para la gente que está asociada o afiliada a él, y a veces también, para quienes están en su cercanía perímetro esto lo afirma Putnam en sus estudios.
Numerosas investigaciones señalan o indican que la mejor manera de forjar o construir un cambio importante o significativo en una comunidad es reforzando o apuntalando el Capital Social. Roberto Putnam, profesor de la Universidad de Harvard y precursor en la teoría de Capital Social, muestra que la brutalidad social se aminora en la medida que la gente se compromete y se involucra más en su comunidad. Aunque ha habido muchos estudios de Capital Social, hasta donde se sabe, ninguno se ha enfocado en su impacto en la violencia entre parientes o familiares. La teoría del Capital Social se ajusta a la cultura latina. Al contrario de lo que ocurre con otras comunidades, los latinos tienen una semejanza e igualdad colectiva basada en la interdependencia, el apoyo mutuo y la familia o parentela. El Capital Social permite la acción social y trabajo en equipo.
¿Cómo funciona el Capital Social?
El término Capital Social no sólo se refiere a sentimientos nobles o generosos, sino que abarca una amplia diversidad de beneficios que van desde la amistad, confianza, reciprocidad e información, hasta la cooperación en conjunto o en comunidad. El Capital Social genera valor o merito para la gente que está asociada o afiliada a él, y a veces también, para quienes están en su cercanía perímetro esto lo afirma Putnam en sus estudios.
Numerosas investigaciones señalan o indican que la mejor manera de forjar o construir un cambio importante o significativo en una comunidad es reforzando o apuntalando el Capital Social. Roberto Putnam, profesor de la Universidad de Harvard y precursor en la teoría de Capital Social, muestra que la brutalidad social se aminora en la medida que la gente se compromete y se involucra más en su comunidad. Aunque ha habido muchos estudios de Capital Social, hasta donde se sabe, ninguno se ha enfocado en su impacto en la violencia entre parientes o familiares. La teoría del Capital Social se ajusta a la cultura latina. Al contrario de lo que ocurre con otras comunidades, los latinos tienen una semejanza e igualdad colectiva basada en la interdependencia, el apoyo mutuo y la familia o parentela. El Capital Social permite la acción social y trabajo en equipo.