Por Minerva León, Raquel Ramos, Itsaso Palacio, Candela Guerrero. Integrantes de la Comisión de Feminismos de la Red Creando Futuro. La publicación original (enero 2022) la puedes leer en la Revista Digital Quaderns d’Animació i Educació Social. Forma parte de una sección que se actualiza de manera periódica y aporta reflexiones, ideas y aprendizajes entre la Animación Sociocultural y los Movimientos Sociales. La realiza un Grupo de Trabajo formado por Candela Guerrero, Xavier Artal y Antonio Alcántara.
A cuatro manos escribo.
Porque el trazo no podría ser singular, sino plural y compartido, diverso en manos y miradas, así la animación sociocultural y el feminismo.
Empezamos a escribir este breve artículo, entre mujeres que acompañamos procesos de dinamización comunitaria, desde los feminismos enraizados en nuestras vidas. Desde la genealogía que acuerpa y el movimiento feminista que con fuerza impulsa cambios vitales para muchas de nosotras.
Es esa fuerza en las calles y en los discursos, la que crea nuevos escenarios, a la par de plantear la importancia de seguir en la lucha, de profundizar en el sentido de los nuevos movimientos así como de revisar de manera crítica nuestras formas de estar en el mundo, para que no haya marcha atrás.
Si el final del (hetero) patriarcado está cerca, todas las mujeres tenemos que ser protagonistas de su erradicación y de la construcción colectiva y conjunta de esta nueva sociedad con valores de equidad que estamos definiendo. Aún queda mucho por hacer, el poder sobre las mujeres es la herramienta más antigua de heteropatriarcado para mantener su soberanía, para deconstruirlo es imprescindible visibilizar las desigualdades de género y las múltiples violencias machistas que se ejercen contra las mujeres así como desvelar el control masculino (de los hombres) sobre los cuerpos, los tiempos y los espacios de las mujeres.
Después de años de análisis y trabajo, las compañeras que escribimos esta reflexión, repensamos los espacios de empoderamiento feminista desde el ecofeminismo, y las propuestas metodológicas, desde la teoría y análisis de género, y elaboramos un itinerario metodológico. Hablamos de empoderamiento, como elemento clave, por un lado como herramienta indispensable para la autonomía y libertad de las mujeres y por otra, como desestabilizador del sistema opresor vigente (individualista, competitivo y violento) para construir un nuevo paradigma sustentado en poderíos vitales positivos.
Para removerlo es preciso que construyamos procesos participativos, flexibles, inclusivos, con posibilidad de expresarnos y explorarnos desde distintos lenguajes y con una decidida intención de transformación de la realidad y de”contagio”de las ideas y las prácticas.
Nuestra propuesta de “empoderamiento de andar por casa” propone un proceso feminista emancipador, partiendo de las necesidades, inquietudes, vivencias y experiencias de cada mujer participante, desarrollando un proceso, donde identifiquen sus herramientas individuales y colectivas para hacer frente a las violencias cotidianas que las oprimen.
Las conquistas por la Igualdad en lo público, aún no garantizan la igualdad real, por eso, es urgente la transformación de lo cotidiano, de los espacios de relación, tanto en la vida privada como en los espacios colectivos-comunitarios desde un lenguaje claro y sencillo y partiendo de las experiencias de las propias protagonistas. Es imprescindible, por tanto, abordar los imaginarios desde los que nos construimos como mujeres, revisar nuestros mandatos de género, recuperar los poderes invisibilizados y reivindicar y practicar nuevos lenguajes que nos ayuden a ir definiendo la vida que queremos. “El andar por casa” es un punto de partida desde lo cotidiano, que facilita un proceso de empoderamiento.
Un itinerario no es sólo marcar una hoja de ruta, es también la descripción de un camino que incluye los lugares, las paradas, los hitos, los obstáculos y las oportunidades. El lugar del que parte este camino es el convencimiento de que sólo poniendo a las mujeres como sujetas activas de su propia vida, de su propia existencia, de sus emociones, de sus quereres y de sus saberes, podemos impulsar una revolución autotransformadora. El vehículo para este recorrido será una metodología que nos ayude a poner nuestra vida en el centro. Nuestros cuerpos, nuestros pensamientos, nuestras vidas; como lugares con una dimensión política que es necesario revisar.
Nuestra propuesta a caballo entre el feminismo y la ASC es una travesía en la que arrojamos la oportunidad de:
- En el camino pensaremos sobre las necesidades para construir la vida humana y sostenible, dándonos cuenta de que somos seres ecointerdependientes, que “sobrevivimos porque hay otras personas a nuestro alrededor que cuidan de los cuerpos vulnerables que encarnamos”.
- Caminar con nuestras emociones. Aprenderemos a escuchar y acompañar las emociones que vivimos a lo largo del itinerario.
- Sentir – pensar – actuar. Como círculo de poder y transformación personal y colectivo.
- Actuar para una misma – actuar para el grupo – actuar para el mundo- Creemos en los movimientos del mundo a través de movimientos de poder personales y grupales. Nos cuidamos, para cuidar al grupo- nosotras y entorno. Nos construimos para construir el grupo y construir el mundo. Nuestros actos sólo pueden ser transformadores si son coherentes con lo que sentimos y pensamos.
- Incorporar una mirada apreciativa sobre nosotras mismas, sin miedo a trabajar desde las que somos. Ponemos el foco en nuestras propias vidas, en nuestras propias experiencias, en nuestras emociones, en nuestros territorios, desde una mirada amorosa, sin juicios, donde nuestras vulnerabilidades son también un lugar de reconocimiento.
- Transitar las polaridades. Nuestras realidades son diversas y, a menudo, dicotómicas, construiremos caminos de ida y vuelta para reconocer estrategias que nos ayuden a elegir lo que queremos para nosotras mismas, rompiendo con las dicotomías y dándonos la oportunidad de fluir y transitar sin juzgarnos.
- Facilitar espacios de cuidados y autocuidados. Crear espacios sororos, seguros y amigables que nos permitan escucharnos y expresarnos libremente, compartir, cuidarnos y apoyarnos, pero también espacios de tiempo propio que faciliten el propio autocuidado, pues para cuidar de otras primero tenemos que cuidarnos a nosotras mismas.
- Construir (nos) desde la creatividad. Facilitar espacios que nos permitan repensarnos y analizar el mundo que nos rodea con una mirada violeta, utilizando para ello metodologías creativas, que hagan uso de diferentes lenguajes y nos permitan expresarnos de diferentes maneras que faciliten la inclusión.
- Hacerlo sencillo y cotidiano. Partimos de que lo personal es político y por ello es necesario repensar nuestras realidades cotidianas, deconstruir y volver a crear, reflexionando sobre cómo nuestras vivencias y experiencias están influenciadas por la sociedad y el momento que nos ha tocado vivir y al revés.
Escribimos a cuatro manos, nosotras. Compartimos y construimos juntas, lo hacemos así porque no sabríamos hacerlo de otra manera, entre la calle y la casa, entre lo de dentro y lo de fuera. Así, en esta propuesta de vidas que merecen la alegría ser vividas