Antonio Alcántara | @antalcantara | A Quaderns d'animació n 37. Este ensayo reflexiona sobre el concepto de nuevas masculinidades, y como trabajar acciones educativas que desarrollen espacios de socialización alternativos y permitan acabar con la lacra de la violencia machista. Para ello definimos la sociedad patriarcal, la violencia machista, el amor romántico como espacio de socialización, las diferentes formas de masculinidad y propuestas educativas validadas científicamente que generan un marco diferente de socialización y que permiten caminar hacia la erradicación de la violencia machista.
... es fundamental que sean cada vez más los hombres dispuestos a cuestionar el modelo tradicional de masculinidad. Y las evidencias científicas nos muestran el camino a seguir. Una linde situada en el desarrollo de programas educativos y basados en el soporte grupal para construir nuevas masculinidades y erradicar la violencia de género.
La violencia machista se inicia con la toma de poder de los hombres sobre las mujeres y la implantación de un sistema social y cultural: el patriarcado. Es un marco de violencia estructural que se dirige de forma directa a las mujeres por el hecho de ser mujer y con el objetivo de mantener su subordinación al hombre. Uno de los marcos de socialización que lo perpetúa es el amor romántico. Esta concepción del amor es una construcción social de occidente y establece una modelo de amar que cuando falla produce frustración y desengaño.
Durante siglos se ha construido una idea de masculinidad hegemónica done el hombre todo lo puede, fuerte, protector y proveedor. Pero esa masculinidad tradicional tiene varios problemas. No se ajusta a la realidad, conduce a identidades insanas y frena el desarrollo de la igualdad. Las nuevas masculinidades o masculinidades alternativas proponen replantear esta idea de masculinidad y desaprender los roles de género adquiridos durante toda la vida y perpetuados a lo largo de siglos. En este sentido, las evidencias científicas nos muestran que los programas educativos y el soporte grupal son ideales para desarrollar un concepto de masculinidad más igualitario y caminar hacia la erradicación de la violencia machista.