Javier Casado | El Expectador. No es un secreto que las instituciones de educación superior llevan años redoblando sus esfuerzos para atraer nuevos estudiantes.
Mi primo Javier, desde Bogotá, trabajando para el enemigo...
Para nadie es un secreto que las instituciones de educación superior llevan años redoblando sus esfuerzos para atraer la atención de nuevos estudiantes, esto debido, en primer lugar, al surgimiento, cada vez más, de nuevos programas y universidades, pero también a la digitalización de la educación, que abre un abanico inmenso de posibilidades a quienes quieren profesionalizarse en algún campo.
Por si esto fuera poco, la pandemia del covid-19 golpeó muchos frentes económicos en el mundo y el de la educación superior fue uno de los más afectados: no solo permeó las finanzas destinadas a uno de los proyectos de vida más tradicionales: la educación; sino que transformó la forma en que las personas se relacionan con su entorno.
De ahí que hoy en día las universidades nos enfrentemos a uno de los retos más grandes en la historia del sector educativo: ¿hacia dónde orientar las estrategias de marketing para atraer nuevos estudiantes?
En primer lugar, es necesario pensar fuera de la caja tradicional. Las antiguas estrategias del marketing mix deben replantearse hacia los nuevos consumos de información de los más jóvenes y, sobre todo, pensar en un contenido sumamente atractivo: en un mundo hiperconectado y sobreinformado, la calidad y el valor del contenido es un determinante fundamental.
Para ello, por ejemplo, los medios digitales deben ser los protagonistas en la exposición de nuestra oferta educativa, algo que se sustenta en el crecimiento que este campo ha tenido en el país: según un reciente informe de IAB, el año pasado, en Colombia, la inversión en publicidad digital creció en un 5 % respecto al año anterior, llegando a superar los 2 billones de pesos.
Según ese mismo informe, la inversión que hizo el sector educativo en publicidad digital puede estar sobre el 3 %, una cifra relativamente baja teniendo en cuenta que nuestros públicos objetivos son, precisamente, los que más consumen este tipo de medios.
Aún así, la publicidad digital es insuficiente si no se implementa una estrategia de content marketing innovadora que logre captar la atención de un público sobreexpuesto a todo tipo de información. En ese sentido, es importante abordar los nuevos formatos de consumo, como podcast, Tik Tok o los Reels de Instagram, o videos cortos que en poco tiempo logren generar el impacto que necesitamos para atraer.
El influencer marketing también es un recurso necesario a la hora de hablarles a unos jóvenes que viven siguiendo tendencias y personalidades digitales –este mercado creció más del 70 % en los últimos años–. Esto, claro, siempre desde la ética educativa, porque no se trata de atraer por atraer, sino de sumarle el valor necesario a nuestra oferta.
Finalmente, el principio de una estrategia de marketing efectiva en el sector educativo es escuchar a los estudiantes. De allí debe partir la esencia de nuestras tácticas, pues de nada servirá establecer el más robusto plan e invertir cantidades significativas de presupuesto si, al final, no cumplimos sus expectativas de vida.
*Director de negocio IBERO / Planeta Formación y Universidades.