Es una ponencia presentada por Félix García Moriyón en el Ier congreso de la Federación de Enseñanza de la C.G.T., celebrado en Valladolid en 1996. Es una reflexión sobre la educación, su utilidad y sus trampas, exponiendo el enfoque libertario sobre el profesorado en la enseñanza, qué significa y formas de abordarlo.
“Conseguir que nuestros alumnos lleguen a ser personas capaces de pensar por sí mismos, de forma crítica y creativa, en colaboración y diálogo con sus propios compañeros, es un objetivo prioritario de la relación pedagógica.”
“La primera es tener siempre en cuenta que el protagonista del proceso educativo es el niño, no el profesor. La segunda consiste en desarrollar algo que podemos llamar una pedagogía del contrato, en la que profesores y alumnos participan conjuntamente en la elaboración de los contenidos y procesos educativos. Por último, se impone una regulación de la convivencia que incluya la participación del alumnado y que garantice rigurosamente sus derechos, habida cuenta de su específica situación de debilidad.”
“Se puede y se debe enseñar sin calificar, pero no se puede enseñar sin evaluar.”