Alejandro Méndez | Culturavia. Banksy es el seudónimo con el que se conoce a uno de los grafiteros más populares a nivel internacional. Su identidad es un misterio por lo que apenas existen datos biográficos sobre él, aunque algunos medios de comunicación han confirmado que nació en Bristol en 1974.
Los orígenes de Banksy en el mundo del street art se sitúan en la década de los 80, época en la que el grafiti comienza a emerger como modalidad de pintura libre realizada en espacios urbanos. No obstante, es con la llegada de los 90 cuando la popularidad de Banksy se incrementa debido a sus polémicas obras en las que trata temas de ámbito social, político y económico.
En su libro ‘Wall and Piece’ Bansky comenta como fueron sus inicios en el arte callejero. Al principio, aplicaba directamente spray sobre la pared para configurar sus grafitis. Sin embargo, esto le llevaba mucho tiempo y arriesgaba demasiado al ser esta una práctica ilegal. Por tanto, decidió que la mejor opción era realizar plantillas de cartón para posteriormente plasmar sus murales con mayor rapidez y menor riesgo.
El street art o arte callejero tiene su origen en Nueva York en la década de los 60 y surgió como método de reivindicación y denuncia social
A través de su arte, Bansky realiza críticas sobre numerosos temas que atañan a la sociedad, utilizando la sátira y la ironía para evocar a la reflexión del espectador. Según ha confirmado Banksy, su mayor influencia ha sido Blek le Rat, un grafitero parisino que en la década de los 80 ya había plasmado su arte en la capital francesa como una forma de expresar su inconformismo con el sistema.
Actualmente la obra de Bansky se puede observar en numerosos países. Uno de sus últimos trabajos, realizado el pasado mes de diciembre en Siria, muestra a Steve Jobs huyendo del país con un ordenador Macintosh en la mano. El objetivo de Banksy era recordar que el padre del cofundador de Apple era sirio, como defensa de que la inmigración también puede tener efectos positivos en los países de acogida. “Apple es la empresa con mayores beneficios del mundo, paga más de 7 billones de impuestos al año, y existe solo porque alguien le permitió la entrada a un joven sirio”, comentaba el artista en su página web.
Este es solo un ejemplo de los numerosos mensajes que esconden los grafitis de Bansky. Un arte que ha traspasado fronteras y cuya principal finalidad reside en mostrar el lado más amargo de la sociedad. Sus obras son un claro ejemplo de como el arte urbano también puede ser entendido como una manifestación artística y no como un simple acto vandálico.
Bansky, el hombre sin identidad
En el año 2008 el periódico The Mail on Sunday anunció haber descubierto su verdadera identidad, confirmando que su nombre era Robin Gunningham. Un hecho que el artista ha desmentido. Otros nombres que se han vinculado a Banksy son Robert Banks o Robin Banks, así como que es alto y de pelo rubio. Sin embargo, a pesar de las múltiples informaciones que se han publicado lo cierto es que su identidad y apariencia física sigue siendo uno de los grandes secretos del arte contemporáneo.
Puedes conocer más sobre Banksy en su página web o seguirlo en su cuenta de Instagram.