Luis Riesco | @_Ined21. Aprendizaje significativo se refiere a la ‘búsqueda de significado y sentido en la información que se recibe’. El significado es la referencia, y el sentido es la coherencia. Si tú oyes “el árbol echó a volar” puedes pensar en un árbol volando como un pájaro, lo cual no tiene sentido, porque tú sabes —tienes conocimiento previo— que los árboles no vuelan como los pájaros; entonces, ¿cuál es el verdadero significado de la frase que acabas de oír? Si tienes a tu interlocutor delante se lo preguntarás, y, quizás, te explique que esa frase en contexto se refiere a cómo un tornado arrancó el árbol, y este echó a volar. Ahora acabas de visualizar un significado que SÍ tiene sentido. Esto es en lo que consiste el aprendizaje significativo.
VISUALIZAR UN SIGNIFICADO
Aprendizaje significativo se refiere a ‘aprendizaje de entendimiento’, en oposición al ‘aprendizaje memorístico’, donde lo que aprendes NO tiene ningún significado, sino que tan solo memorizas palabras-sonidos. Ausubel observó que los niños en los colegios memorizaban las frases sin darles significado ni sentido, pues su único objetivo era pasar el examen. Por eso, describió lo que él llamó “Aprendizaje significativo”.
Aprendizaje significativo solo hace referencia al aprendizaje, en el que “media” el lenguaje. Si aprendemos directamente de la realidad, hablar de aprendizaje significativo no tiene sentido, este aparece cuando las personas aprenden por medio del lenguaje, en cuyo uso una frase sacada de contexto puede ser malinterpretada, del mismo modo que una frase memorizada puede no poseer significado alguno.
El término “Aprendizaje significativo” es un término confuso porque muchas personas creen que se refiere a que lo que aprendes tenga alguna importancia para ti (dado que todo lo que aprendemos debe ser útil y beneficioso, y si no tiene utilidad o beneficio para ti, entonces el aprender es inútil), pero no es eso a lo Ausubel se refiere con aprendizaje significativo.
POR MEDIO DEL LENGUAJE
Cada vez que una persona dice “esto no tiene sentido” o “no lo entiendo” está dando pruebas de ejercitar su razón y poner en marcha el Aprendizaje significativo, al decir “no lo entiendo” muestra que el aprendizaje significativo no se ha producido. Cuando una persona dice “no entiendo lo que dices”, en realidad, lo que está pasando es que “no sabe a qué se refieren las palabras, y, por tanto, no sabe el significado”.
Porque entender es una cuestión de “ver o no ver”, entender es ‘saber’, pero se refiere a algo distinto a lo que es conocer. Entender es ‘ver las partes y crear las conexiones efecto causales entre las partes’.
Cuando una persona dice “no entiendo lo que dices”, en realidad, no es que no lo entienda, no es una cuestión de conectar efectos y causas, es algo distinto, porque entender depende de ver, precisamente “no entiende” porque no “ve” el significado. De esto depende que se produzca un aprendizaje significativo.
IMPORTANCIA DEL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO
Es debido a la naturaleza de la comprensión de los conceptos que constituyen el mundo y la realidad; dado que no podemos comprender ciertos conceptos si no tenemos en nuestra mente el arraigo de conceptos previos, sobre los que puedan apoyarse esos nuevos conceptos –a los que podemos llamar “de orden superior”—. Los conocimientos que una persona posee determinan lo que es capaz de comprender. Por eso, el aprendizaje significativo es tan importante.
La naturaleza de la comprensión de los conceptos del mundo supone el 90% de los conceptos que constituyen la realidad —o quizás más—, son conceptos formados por otros inferiores, de modo que sólo puedes “ver” ciertas “verdades”, cuando has interiorizado previamente otras —i.e.: los conceptos de base—. De suerte que los conceptos de orden superior solo emergen cuando hay una “alineación de planetas”, cuando hay una acervo previo que le permite acceder a la información de rango superior.
CONOCIMIENTOS NECESARIOS
Lo que quiere decir esto, es que da igual la mucha y valiosa información que venga en un libro, porque puede haber ideas muy valiosas, que —sin los conocimiento previos— no las verás.
Es decir, cuando leemos un libro, “tomamos” las ideas que tiene sentido para nosotros. Quizás tu profesor te va a hacer examen de los contenidos, pero hay cosas, que como no están bien explicadas (en el libro no se presentan las ideas de base necesarias para comprenderlas) tú no eres capaz de verlo, y al final, acabas reproduciéndolo más o menos igual que como en el libro.
De suerte que, cuando se pregunta al alumno, se advierte que no entiende la cuestión, sólo es capaz de repetir de forma —un poco cambiada— lo que dice el libro.
Podrás notar, que aquellas explicaciones, en libros —o de profesores—, más gratificantes son las que proporcionan información sin dar nada por sentado, exponiendo todas las ideas de base necesarias, y podrás ver que estas explicaciones que, a veces, parecen “para niños” son las mejores, porque son las que mejor se entienden.
En otras palabras, si tú coges un libro por tu cuenta, lo mejor que puedes hacer, es quedarte con las ideas que entiendas, las que no tengan ningún significado, las que no sabes a qué se refieren, o cuál es su valor o utilidad, déjalas. Si alguna idea te llama la atención, pero no sabes qué grado de importancia tiene para lo que estás estudiando, apúntala, porque en un tiempo futuro, cuando sepas más del tema, quizás la releas, y reconozcas en ella, significados que antes no reconocías.