Un texto tomado de documentos elaborados en distintas asambleas del 15m sobre los objetivos del movimiento sobre la importancia estratégica de los barrios y municipios recuperada por ZonaIzquierda. (@ZonaIzquierda)
La importancia que le atribuimos a los barrios y municipios en nuestra propuesta es estratégica. El espacio barrial y municipal sirve para desarrollar formas directas, transparentes y participativas de gestión de lo común y lo público, es decir, permite profundizar en el autogobierno y traducir la “democracia” a una práctica cotidiana concreta y perceptible para todas las personas. Personas que pasarían de ser meras receptoras pasivas y sumisas de las decisiones de otros, a convertirse en sujetos activos con capacidad de intervenir por sí mismos en los asuntos que les atañe, y esta mutación se puede articular de forma óptima en el espacio barrial o municipal. El espacio político desde esta perspectiva se convierte en un recurso poderoso contra las culturas políticas tuteladoras tradicionalmente basadas en la profesionalización de la política y su toma de decisiones al margen de la ciudadanía**.
Barrios y municipios han de dotarse de una estructura gestora y administrativa propia implantada sobre su territorio, que asegure el derecho de la ciudadanía a decidir sobre las prioridades en temas comunes (territoriales, urbanos, de infraestructura…o de servicios públicos). Deben coordinarse y cooperar entre ellos a través de mancomunidades o confederaciones (de tamaño y competencias flexibles, en función de sus cometidos) con el fin de evitar que el localismo y el fraccionamiento político les impida hacer frente a necesidades y aspiraciones que desborden su entorno en amplitud, complejidad o coste.
Un barrialismo y un municipalismo dotado de recursos materiales, arte, información y cultura, con capacidad de generar dinámicas mancomunadas y con iniciativa normativa, también puede constituirse en una palanca contra la uniformización y segregación, y ser garantes de la diversidad, pues facilitarían el desarrollo así como el inventario y el cuidado compartido del medio urbano con la pluralidad cultural, ecológica y etnográfica. Además, abriría la posibilidad de generar circuitos económicos menos dependientes y, en definitiva, más eficientes en términos alimentarios, hídricos y energéticos.
La importancia estratégica que le atribuimos a los barrios y municipios en nuestra propuesta debe reflejarse, asimismo, en la estructura de su financiación. Barrios y ayuntamientos (y las mancomunidades que generen), deben arrogarse y asumir con “suficiencia financiera” la administración y gestión de los bienes comunes y los servicios públicos, en condiciones de calidad, transparencia y eficiencia, y con la participación de los ciudadanos.
Barrios y municipios han de dotarse de una estructura gestora y administrativa propia implantada sobre su territorio, que asegure el derecho de la ciudadanía a decidir sobre las prioridades en temas comunes (territoriales, urbanos, de infraestructura…o de servicios públicos). Deben coordinarse y cooperar entre ellos a través de mancomunidades o confederaciones (de tamaño y competencias flexibles, en función de sus cometidos) con el fin de evitar que el localismo y el fraccionamiento político les impida hacer frente a necesidades y aspiraciones que desborden su entorno en amplitud, complejidad o coste.
Un barrialismo y un municipalismo dotado de recursos materiales, arte, información y cultura, con capacidad de generar dinámicas mancomunadas y con iniciativa normativa, también puede constituirse en una palanca contra la uniformización y segregación, y ser garantes de la diversidad, pues facilitarían el desarrollo así como el inventario y el cuidado compartido del medio urbano con la pluralidad cultural, ecológica y etnográfica. Además, abriría la posibilidad de generar circuitos económicos menos dependientes y, en definitiva, más eficientes en términos alimentarios, hídricos y energéticos.
La importancia estratégica que le atribuimos a los barrios y municipios en nuestra propuesta debe reflejarse, asimismo, en la estructura de su financiación. Barrios y ayuntamientos (y las mancomunidades que generen), deben arrogarse y asumir con “suficiencia financiera” la administración y gestión de los bienes comunes y los servicios públicos, en condiciones de calidad, transparencia y eficiencia, y con la participación de los ciudadanos.
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* Texto tomado de documentos elaborados en distintas asambleas del 15-m sobre los objetivos del movimiento.
** “El amplio impacto que ha tenido la reciente explosión de protesta del bario de Burgos El Gamonal contra este tipo de decisiones e inversiones millonarias, ajenas a las necesidades de una población castigada por los recortes, refleja un sentimiento generalizado, un ¡Basta ya! que marcará posiblemente un antes y un después en la lucha contra el caciquismo municipal, añado ahora, (17-01-2014), J.M.N. (Un documentado artículo de Ignacio Escolar denuncia las prácticas corruptas sistemáticas de la alcaldía de Burgos en la concesión de obra pública a sus compinches que acabaron originando la explosión de protesta de El Gamonal: http://www.caffereggio.net/2014/01/17/exclusiva-asi-se-adjudico-la-obra-del-bulevar-de-gamonal-de-ignacio-escolar-en-escolar-net-de-eldiario-es/)”. Comentario de José Manuel Naredo al texto (2014).
*** “Lo cual induce a revisar el actual régimen de financiación que condena a los ayuntamientos a una insuficiencia presupuestaria que los invita a buscarse la vida mediante el endeudamiento y/o las plusvalías y “sobres “asociados a la promoción inmobiliaria”. Comentario de José Manuel Naredo al texto (2014).