Si prácticamente todo el mundo está de acuerdo en que la educación está obsoleta y completamente desadaptada de las necesidades sociales y laborales actuales, ¿por qué no se produce una verdadera revolución educativa?
¿Por qué cada día hay más separación entre lo que las personas deberían aprender en escuelas y universidades, y lo que realmente aprenden?
Raúl González García | @conektio en ConektioBlog
A continuación expongo las 12 razones que yo considero como principales obstáculos de la innovación y el cambio educativo en la actualidad:
1) Los sistemas educativos nacionales son entornos institucionales muy rígidos y resistentes al cambio y a la innovación.
2) La educación está completamente politizada (en el peor de los sentidos de la palabra), en todos los países hispanohablantes, y su transformación no entra en la estrecha agenda cortoplacista y electoralista de ningún político.
3) Todo el mundo está de acuerdo en que la educación está obsoleta pero no hay una visión clara, definida, práctica y compartida de cómo debería ser la nueva educación. Cuando uno no sabe a dónde va, es probable que acabe en otro sitio; eso es exactamente lo que nos está pasando en el ámbito educativo.
4) La innovación no puede ser impuesta desde arriba, con fórmulas universalizables, prefabricadas y replicables.Eso es exactamente lo contrario de la innovación, que necesita de libertad, creatividad, apertura, experimentación y perder el miedo al error para poder desarrollar todo su potencial. La educación está demasiado regulada como para que se pueda experimentar y pensar/actuar fuera de la caja. No hay espacio para la innovación en los espacios educativos actuales.
5) Los educadores son educados por un sistema de educación tradicional, estamos atrapados en un círculo vicioso.
6) Hay una brecha generacional BRUTAL entre alumnos y profesores. En la cuestión digital, no está claro quién tendría que educar a quién.
7) Las escuelas siguen organizadas como fábricas, no hay en ellas espacio para la participación, la apertura o el cambio. Seguimos formando obreros, cuando deberíamos estar formando líderes.
8) La mayoría de profesores hoy no hace un uso natural y espontáneo de las herramientas digitales y por ello no saben incorporarlas al aula con sentido. No se puede ser un profesor 2.0 sin ser antes una persona 2.0.
9) La formación, contratación y evaluación de profesores no fomentan el cambio y la innovación educativa, sino todo lo contrario.
10) Los profesores no están siendo formados y entrenados para innovar, sino para replicar supuestas fórmulas prefabricadas de calidad educativa.
11) El uso de TICs en las escuela y universidad sigue siendo más un mero discurso que una forma de satisfacer necesidades reales y concretas de profesores y alumnos en el aula. Su uso no se extiende porque se intentan usar más por obligación que por encontrarle un verdadero sentido práctico.
12) Aspectos informales como la curiosidad, la motivación o la pasión no tienen absolutamente ningún papel en la educación formal. Sin curiosidad, motivación o pasión no va a haber nunca innovación, cambio, nueva mentalidad, TICs o revolución educativa.
Mi conclusión, es que la regulación e institucionalización que permitió algún día universalizar la educación de calidad en los diferentes países se ha convertido en el principal obstáculo para innovar y adaptar la educación a las nueva realidad social, laboral y tecnológica. Me encantaría conocer las opiniones otros profesionales de la educación:
¿Qué otras causas consideras que impiden el cambio, la innovación y la revolución educativa que la sociedad está demandando?
En el próximo post vamos a intentar definir acciones concretas que ayuden a minimizar estos obstáculos y potenciar factores de éxito en la gestión del cambio educativo.
Raúl, González García, @Conektio