Laura Domínguez. La balanza se inclina, ellos mueren y tú vives. En eso consiste esta pesadilla de mundo insostenible. Este no está creado en sí para la producción, la explotación, la lucha de clases, la globalización, ni para el llamado “desarrollo” humano.
Está claro a qué nos referimos con “desarrollo humano” según la pesadilla de Darwin ¿no?.
En producir cosas que no necesitamos, para comer alimentos de más que no nos hacen falta, para engordar y tener enfermedades innecesarias, para poder gastar dinero en absolutamente todo lo que nos rodea y, pese a eso, seguir sintiendo esa sensación de insatisfacción constante, porque la manipulación y la repercusión social es tan grande que siempre estamos incitados a “poseer” más y con la consecuente repercusión de sentirnos más vacíos por dentro.
Y mientras tanto, muchas personas mueren desnutridas, no tienen ni para vestirse, se le limita su vida como si de fichas de ajedrez se les tratara –si tú me sirves sigues “vivo o viva” si no te mato y fin.-
Eduquemos en valores intrínsecos, trabajemos para recordar los orígenes de la existencia, para así, poder ser conscientes de que no necesitamos tanto para “ser”.
Evitaríamos así la necesidad de aviones llenos de armas, eludiríamos así la muerte de inocentes, y coexistiríamos con una realidad beneficiosa para todos y todas.
Y no me extrañaría que para Darwin esto fuera su pesadilla, él tenía la percepción del mundo como una lucha de supervivencia dónde el más fuerte vivía y el más débil moría. Y el sistema en el que nos regimos a día de hoy es así, si hablamos globalmente.
Cabe destacar que Kropotkin (principios anarquistas) pensaba todo lo contrario, desarrolló la teoría del apoyo mutuo: haciendo una buena comunidad y cooperando entre todos y todas podríamos conseguir un mundo mejor y más sostenible.
Así que yo creo que este mundo sería más pesadilla para Kropotkin que para Darwin.
Si analizamos la figura del espectador en este documental, podemos apreciar que es una gran crítica hacia lo que llamamos “primer mundo”, los privilegiados simplemente, y generalmente, no nos implicamos a gran escala en estos problemas mundiales.
En sí, la figura del espectador que no interviene crea angustia, y es esa angustia la que muchas veces sentimos cuando queremos hacer cosas y el mundo parece tan grande que nos pensamos que no podemos hacerlas.
La pesadilla de Darwin nos permite analizar de lo general a lo particular, puesto que el tema te hace reflexionar y saber que hay más allá de lo que nos permiten ver, o nos permitimos ver.
¿Por qué motivo reflexionamos y sabemos que necesitamos cambiar esa realidad?
Hay mucho por hacer, y por ese motivo existen los Animadores y Animadoras Socioculturales y Turísticos.
Son encargados de colaborar y crear redes, conexiones, configurar si quieren una comunidad diferente, para llevarlo a cabo entre todos y todas.
El animador como tal debe ser objetivo y tener las ideas claras, así como las pautas o patrones establecidos para el buen desarrollo de su proyecto.
Ellos deben abrir los ojos a muchas personas que aún están dormidas para poderles sacar de las interferencias en las que viven. Quitarles la venda de los ojos, hacerles ver que esta ropa, esta tecnología, esta comida… Tiene un precio real que no estamos pagando, y no hablo de los grandes beneficios que generan las multinacionales. Hablo de la vida de personas inocentes que son los que nos lo están pagando realmente.
Hay un arduo trabajo, puesto que para hablar de desigualdad no tienes que irte a la otra punta del mundo, mismamente de un barrio a otro, el nivel socioeconómico ya marca la vida de todos, y para empezar no debería ser así.
Como decía <<Arthur Schopenhauer>>
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros los que las jugamos
Así que yo elijo jugar con las cartas del cambio para permitirle al mundo que SEA.