La gentrificación es una lucha de clases
“En el barrio va a haber mucha transformación porque viene el progreso”, se oye en el documental deLeft Hand Rotation sobre el Bairro da Luz de São Paulo. Revitalizar, regenerar, higienizar y rehabilitar son algunos de los eufemismos con los que se enmascara la realidad de un proceso de gentrificación. Porque en la práctica se trata de abandonar, demoler, destruir, expulsar y especular. Con estos mecanismos de transformación urbana se sustituye a una clase social de rentas bajas por otra de mayor poder adquisitivo, gracias a la connivencia de las administraciones públicas con el capital inmobiliario. A esta operación de segregación social también puedes llamarla elitización o aburguesamiento.
La cultura juega un papel fundamental como punta de lanza en las dinámicas de gentrificación. Los poderes públicos, uno de los principales agentes gentrificadores, se valen de la construcción de infraestructuras culturales para revalorizar el espacio de los barrios populares. Esas políticas públicas, ligadas a la instalación de las clases creativas, convierten esas zonas en espacios de producción y consumo de una cultura inofensiva. Despojada de todo conflicto, la cultura domesticada -y encerrada entre las paredes de centros culturales y museos- ensalza palabras como creatividad, innovación y disrupción que disfrazan el discurso vacío de la ciudad-marca, gestionada como una empresa para atraer el turismo y las inversiones privadas.
Intervenciones artísticas en el espacio público, videoactivismo para registrar la realidad, talleres para informar sobre lo que está pasando en los barrios… Son formas con la que el colectivo Left Hand Rotation recupera el papel crítico de una cultura que toma la calle para compartir luchas con colectivos vecinales y movimientos sociales. Y Gentrificación no es un nombre de señora, con el descriptivo título en portugués de colonización urbana e instrumentalización de la cultura, es un proyecto que “surge como respuesta al análisis del papel de la cultura en este fenómeno global”. Desde el activismo, denuncian cómo funcionan estas operaciones para alertar de sus consecuencias sobre las comunidades atacadas y dar voz a todos aquellos que luchan por el derecho a la ciudad.
A continuación, 3 ejemplos del trabajo de Left Hand Rotation:
1. El Museo de los Desplazados
El Museo de los Deplazados es “una plataforma abierta, incompleta, en continuo proceso de desarrollo y necesariamente colectiva”. Después de impartir en los últimos años talleres sobre gentrificación en las ciudades de diversos países, Left Hand Rotation crea esta plataforma que ya recoge más de 50 colaboraciones sobre 35 ciudades de 15 países. Se convierte en un archivo de la memoria de todo lo que se pierde en las fases de una gentrificación que acaba con la memoria colectiva y la identidad de los barrios.
El Museo de los Desplazados se nutre de los materiales enviados por colaboradores de todo el mundo que documentan la situación que viven, así como de las estrategias y herramientas utilizadas para combatir esas operaciones de expulsión. Con la intención de propiciar la discusión y el análisis sobre esta realidad, el proyecto busca la máxima participación posible, por lo que todo registro audiovisual, acompañado de un texto que ayude a contextualizar ese registro, puede pasar a formar parte de este archivo online.
2. Luz
“¿Por qué me tengo que ir de aquí? No me voy. No voy a salir”, dice una de las vecinas del Bairro da Luz en São Paulo. Este documental de 2011 registra la lucha del colectivo vecinal, de los comerciantes y de los movimientos sociales contra el proyecto Nova Luz, una operación para destruir el centro histórico urbano, una zona degradada necesitada de unas reformas a las que no se opone el vecindario. Pero ese proyecto no tiene en cuenta las reivindicaciones vecinales y se despreocupa de la realidad del barrio: no aspira a mejorar la salud, la educación ni las condiciones de vida de la población. Con el telón de fondo de 2 eventos como el Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos, el capital inmobiliario se escuda en la “revitalización” del barrio. A lo que una de las vecinas responde: “¿Más vida? ¿Más vida de la que hay aquí?”:
3. Ficcion Inmobiliaria
“Ficción Inmobiliaria recopila material formado por películas de ficción donde las problemáticas asociadas a la cuestión de la vivienda aparecen en la trama principal o cruzadas con ésta”, como nos explican. De los años 60 al presente, con escenarios como Nueva York, Los Angeles, Londres o Madrid, este trabajo parte del reciclaje y apropiación de escenas cinematográficas para construir un relato nuevo al que da sentido la narración de la voz en off. El found footage como práctica audiovisual que ensambla secuencias -y desvela conexiones impensables a priori- entre películas tan distintas como El inquilino de José Antonio Nieves Conde, Le mani sulla città de Francesco Rosi, Who Framed Roger Rabbitde Robert Zemeckis o Batteries Not Included (conocida aquí como Nuestros maravillosos aliados) de Matthew Robbins:
- Si quieres saber más sobre este proyecto de Left Hand Rotation, descarga en pdf el fanzine que publicó el colectivo en colaboración con la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Esta publicación recoge “la información y material gráfico de los talleres (e intervenciones) sobre procesos de gentrificación -y el importante papel que juega en ellos la cultura- impartidos durante los últimos años en 8 ciudades de 4 países distintos:
- También encontrarás todo lo que quieras saber sobre gentrificación en la página de documentación del Museo de los Desplazados, una recopilación exhaustiva de materiales que se pueden consultar en las redes sobre esta problemática:
- Además, puedes recuperar el audio de las jornadas sobre gentrificación organizadas el año pasado por Traficantes de Sueños, en las que Left Hand Rotation participó: