Todo el mundo ama a los piratas o, mejor dicho, todo el mundo ama lo que representan los piratas. Dave Burgess decidió vivir como un pirata tanto en su vida como en su profesión, porque los piratas representan el espíritu aventurero, el atrevimiento, el desafío a nuevos retos, el deseo por explorar territorios hasta ahora desconocidos y todo ello sin la más garantía de éxito. Tal y como afirma Dave Burgess vivimos en una sociedad que no hace otra cosa que intentar aplastar a los piratas, que no hace otra cosa que amordazarnos, robarnos nuestra libertad e independencia y, por encima de todo, nuestra creatividad. De ahí que nuestra sociedad esté tan necesitada de piratas, porque serán ellos los que encenderán la llama de la creatividad de nuestros estudiantes y, por ende, de nuestro futuro.
El mundo necesita piratas. El mundo te necesita a ti.
El libro de David Burgess se divide en tres partes. En este artículo sólo me referiré a la primera parte que trata sobre seis cualidades que debe tener todo docente que tome la decisión de enseñar como un pirata:
1. Pasión. No se puede enseñar si carecemos de pasión. Pero no sólo se trata de tener pasión a la hora e enseñar, sino de ser capaz de transmitirla a tus alumnos. Pero, por desgracia, uno de los mayores problemas con que contamos todos o casi todos los docentes es que no nos apasionamos de la misma forma con todo aquello que enseñamos y esto es algo que nos hace sentir culpables. Hasta ahora nadie nos ha enseñado a cómo podemos enseñar con la misma pasión todo aquellos valores y conocimientos que transmitimos a nuestros alumnos. De ahí que David Burgess nos dé la solución enfocando la pasión desde tres puntos de vista:
- Pasión por lo que te gusta enseñar. Esta es la pasión que te viene dada y con la que siempre contarás durante un curso escolar. El problema viene cuando algo que debes enseñar y que no te gusta o no te apasiona. En ese momento debes utilizar lo que el autor llama Pasión profesional.
- Pasión profesional. En esta pasión el docente debe buscar lo que le apasiona no de su materia, sino de su profesión. Para ello debe preguntarse por qué ha elegido esta profesión y de esa respuesta debe encontrar la pasión por la que explicar lo que no le apasiona. Se trata de cambiar la perspectiva o, lo que es lo mismo, de encontrar lo que David llama Life-changing lessons (LCD’s), las lecciones que son capaces de cambiar tu vida, el verdadero amor hacia tu trabajo, la facultad de iluminar los corazones de tus alumnos, independientemente de lo que enseñes.
- Pasión personal. Debemos aportar nuestras pasiones personales, nuestras mejores habilidades en el campo de la enseñanza, porque seremos capaces de dar a nuestros alumnos lo mejor de nosotros mismos. Toda pasión personal puede incluirse en una sesión lectiva.
La pasión o las pasiones te permitirán cambiar tu vida, tu profesión y la visión de tus alumnos. Serás capaz de transmitirles un potencial enorme y, lo más importante, les contagiarás tu pasión a ellos. Usa tu pasión tanto como puedas porque no tiene efectos secundarios. Te aseguro que cuando la hayas probado, siempre querrás más y volverás a por más.
2. Inmersión. Debemos cautivar a nuestros alumnos en el aula. Debemos sumergirlos en nuestras enseñanzas. Y para ello hay algo que debes tener muy en cuenta. Cuando enseñes algo, céntrate sólo en enseñar ese algo. No hagas otra cosa, no te distraigas en nada más. Trata de focalizar toda tu energía en lo que estás enseñando en ese momento, capta la energía y captúrala para hacer de tu clase una experiencia inolvidable. David lo explica en esta sencilla comparación en la que te da a elegir entre:
- Ser un vigilante de una piscina. Un observador que sólo mira, da vueltas alrededor de la piscina, pero nunca está en contacto con el agua.
- Ser un nadador. El nadador cuando nada, sólo nada. No es un espectador, es un actor que se moja, que forma parte de esa piscina.
3. Compenetración. Es fundamental compenetrarse con tus alumnos, conectar con ellos. De lo que se trata es de establecer una relación profunda con tus alumnos. ¿Cómo se consigue? Pues prestando menos atención a lo que a ti te interesa y centrarte en saber y en conocer cuáles so los intereses de tus alumnos, aquello a lo que realmente dan importancia. Y sólo podremos conseguirlo conociendo a nuestros alumnos a fondo, sólo podremos enamorarlos -el autor habla de engagement -interesándonos por ellos, por lo que piensan y por lo que hacen. Una vez les conozcamos bien, será el momento de trasladar estos intereses y volcarlos en nuestro currículo. ¿Cómo podemos conseguirlo? Una forma muy efectiva es la que David denomina spending informal time, es decir, el tiempo entre clases, en los recreos, en las tutorías individuales, en una excursión… Hay que interesarse no por el estudiante, sino por la persona. Hay que explotar al máximo las relaciones con los alumnos y ellos te corresponderán a ti con gratitud, interés y entusiasmo.
4. Pregunta y análisis. David Burgess comenta que en el mundo hay dos tipos de personas: las creativas y las que no lo son. La creatividad es un aspecto decisivo si tienes pensado enseñar como un pirata. Muchos de nosotros pensamos que no somos creativos y esto es un error. Lo que nos pasa es que nuestra creatividad es una “creatividad estática”. Nos han convencido de que no somos creativos y no pensamos en ser creativos. Entonces, ¿cómo podemos modificar este autoconcepto? Muy sencillo, a través de la reflexión y haciéndonos buenas preguntas que generen mejores respuestas. No te estoy hablando de genialidad, sino simplemente de creatividad. Te aseguro que la creatividad no hace más que generar más creatividad. Si trabajas duro esta creatividad llegará el día en el que tendrás lo que David llama Blinding flash of light, es decir, un destello cegador de luz, un destello de creatividad. Para conseguirla puedes empezar tus preguntas con:
- ¿Cómo podría…?
- ¿Hay alguna forma de que…?
- ¿Qué diferencia existe…?
Una vez consigas buenas preguntas, en breve recibirás de ti mismo buenas respuestas. De lo que se trata es de tener la mente abierta, de cambiar tu autoconcepto o, en palabras de David:
Think / Teach outside the box (Piensa / Enseña de modo diferente)
5. Transformación. Replantearte las expectativas de lo que esperas que sea tu sesión lectiva te ayudará a replantearte quién eres y cómo eres. Para llevar a cabo esta transformación, David Burgess plantea dos cuestiones muy sencillas pero cargadas de un profundo trasfondo:
- ¿Crees que en algunas clases tus estudiantes aprenderían lo mismo si no estuvieras?
- ¿Crees que alguien pagaría por recibir alguna de tus mejores clases?
En este sentido, David habla de la importancia de distinguir entre educación -education- y entretenimiento -entertainment. Incluso ha acuñado un término propio de la fusión de los dos términos que me parece sensacional. David habla de edutainment.
De lo que se trata es de transformar tu sesión lectiva en algo extraordinario, en algo fuera de lo común, aunando la educación y el entretenimiento. Para conseguirlo hay que centrarse en lo que se denomina el replanteamineto. Y, ¿qué es el replanteamiento? Ningún niño nace odiando. Entonces, ¿por qué acaban odiando las asignaturas? Pues las acaban odiando por cómo se las han enseñado, porque los docentes no han sabido establecer una conexión entre las asignaturas y el mundo real. Piensa en ti por un momento. ¿Te imaginas tener que pasar más de treinta horas a la semana escuchando a varias personas explicarte algo que no te interesa lo más mínimo porque no le ves ninguna aplicación a la vida real? Ahí es donde entra en escena la figura del pirata, la figura del docente que será capaz de transformar el aburrimiento en una experiencia única, útil e inolvidable. Sólo enseñando como piratas podemos conseguir esta transformación.
6. Entusiasmo. No es casual que esta primera parte empiece por la pasión y finalice por el entusiasmo. El entusiasmo es llave del tesoro del pirata. El entusiasmo es la clave para el éxito de tus clases. Porque el entusiasmo te permite enseñar con y desde la libertad, el máximo valor para un pirata. Es por ello que primero debemos exigirnos enseñar con entusiasmo y luego esforzarnos en enseñar nuestro currículo desde la pasión. Para enseñar como un pirata no es imprescindible tener grandes conocimientos, métodos o estrategias. Para enseñar como un pirata lo primero que necesitas en transmitir tu entusiasmo, porque tu entusiasmo será la llama que haga prender los corazones de tus alumnos. ¡Pasa a la acción, contagia tu entusiasmo!
Aquí termina la primera parte de un artículo que espero te haya emocionado tanto como me ha emocionado a mi la lectura del libro Teach like a pirate. En los dos siguientes artículos hablaré sobre cómo conseguir que tus alumnos se enamoren de tus clases y qué instrucciones necesitas para convertirte en un profesor pirata.
Acabaré con una de las muchas citas que aparecen en el libro de Davis Burgess. He escogido la primera del libro porque creo que recoge la esencia del mimo. Es una frase que Johnny Deep pronuncia en la película Piratas del Caribe y reza así:
Life’s pretty good, and why wouldn’t it be? I’m a pirate after all
(La vida es bastante buena, y ¿por qué no debería serlo? Soy un pirata a fin de cuentas)
Nota: Quiero pedir disculpas de antemano por si algún término traducido del español al inglés no es el más acertado. Mis conocimientos de inglés son intermedios, pero ello no ha impedido que haya disfrutado enormemente de este libro, un libro que espero en breve también sea el tuyo.