Frente a la visión tradicional y ya obsoleta sobre la motivación, los entornos de colaboración digitales han demostrado que las personas pueden trabajar de manera colaborativa y tener un desempeño por encima de lo esperado sin necesidad de incentivos externos (dinero, reconocimiento o estatus).
Uno de los ejemplos más conocidos sería Wikipedia, donde las personas interaccionan desinteresadamente para crear y compartir conocimiento de manera colaborativa.
¿Por qué las personas tienen una motivación tan alta cuando participan desinteresadamente en los entornos 2.0?
¿Qué nos enseñan las redes sociales sobre la motivación, y cómo podemos aplicarlo en nuestra Red Social Corporativa para disparar la motivación de nuestros colaboradores?
El experto en Redes Sociales Clay Shirky describe en su libro Excedente cognitivo los principales motivadores que explican el éxito de estas redes, y por qué las personas participan apasionadamente en ellas incluso cuando no reciben a cambio ninguno de los incentivos tradicionales. El éxito de las Redes Sociales se debe a que permiten:
- Entusiasmarse con aquello que le apasiona a uno, en vez de tener que hacer cosas que han decidido otros.
- Interaccionar con otras personas, en vez de trabajar individualmente de manera aislada.
- Aprender continuamente conocimiento significativo y relevante para el usuario, en vez de adquirir conocimientos teóricos en abstracto, desligados de sus necesidades reales.
- Recibir feedback inmediato por parte de los otros usuarios de la red, en vez de recibir información difusa sobre el desempeño propio.
- Crear contenido de manera activa, en vez de ser mero consumidor pasivo de información.
- Sentirse parte de una comunidad, en vez de ser parte de una mera suma de personas.
Por tanto, para generar entusiasmo y niveles de motivación que permitan un desempeño por encima de lo esperado, hay que dejar que las personas tomen decisiones sobre su propio trabajo, puedan orientarse hacia aquellas áreas que más les interesa y puedan interaccionar, compartir y colaborar con otras personas que comparten los mismos intereses, formando una comunidad de interés.
Resumiendo todo esto en una sola frase, para tener a los colaboradores más motivados del mundo hay que empoderarlos, es decir, en la medida de lo posible y dentro de unos límites claros pero flexibles, hay que dejar un espacio para la participación activa, la decisión, la interacción social y el interés genuino dentro de la organización.