Cada vez hay más empresas dispuestas a ser mecenas o patrocinar a colectivos educativos, metodologías, o incluso “apadrinar” a docentes o ponentes. Esta función busca mejorar su reputación, aportar prestigio a los mecenas y/o hacer encargos de obras, al igual que en el Renacimiento.
Desde le proyecto #hackeaelaula (Animación Sociocultural Ribot i Serra) hemos decidido adelantarnos a los acontecimientos y ser nosotras las que escojamos quien será nuestro patrocinador.
Resulta curioso porque aparentemente la Educación no es una actividad que aporte un beneficio económico rápido. Su esencia es la de ayudar al bienestar de la sociedad, no la obtención de dinero.
En ese interés por la Educación podemos encontrar empresas o instituciones de marcado carácter tecnológico, que se están orientando hacia el desarrollo de metodologías activas. Como es el caso de la Fundación Gates y su relación con el Institute of Play. El Instituto del Juego es uno de los exponentes del Aprendizaje basado en Juegos en Estados Unidos, de hecho, ya han creado varias escuelas públicas donde están desarrollando su filosofía de enseñanza y aprendizaje. Otro caso muy interesante es el de Apple, la empresa creada por Steve Jobs, que ha apostado por el desarrollo del Aprendizaje basado en Retos. Tanto es así que si introducimos “challenge based learning” en Google podemos descubrir que la web deApple aparece en los primeros lugares, e incluso podemos encontrar en su web recomendaciones, en la que nos relaciona y sugiere el uso de sus productos para poder desarrollar esta metodología.
Cuando descubrí esto, no pude menos que acordarme de las palabras de José Lozano (ex-asesor del CEP de Castilleja de la Cuesta) en las II Jornadas de PBL y Metodologías activas, en las que afirmaba que las metodologías activas estaban destinadas para los directivos de empresas, mientras que las expositivas eran para las clases populares.
En esta linea de cambios metodológicas y nuevas formas de educar merecería la pena un estudio más exhaustivo de la proliferación exponencial de MOOCs , e investigar si en realidad open significa gratuito o en realidad asistimos a un MOOCDonalds educativo.
Si nos centramos en España es bien sabido el interés que la Fundación Telefónica tiene en la Educación, tanto en la concesión de los premios de la Fundación Telefónica (yo mismo me he presentado) como en el desarrollo de espacios de encuentro y portales temáticos, por ejemplo: Educared o en el Encuentro Internacional de Educación. No se puede obviar la clara relación entre el negocio de Telefónica y su preocupación por el desarrollo de las TIC o Apps.
En España no podemos olvidar referirnos a la orientación que están tomando las editoriales. Estas empresas han visto peligrar su negocio de venta de libros (en parte) con el desarrollo de las tIC, y la apuesta de algunos docentes por crear sus propios recursos. Por ello se han lanzado a la creación de web de recursos, redes sociales educativas y un sinfín de aplicaciones que supuestamente mejoran la gestión de las aulas o la tarea del docente. En este grupo se encuadrarían iniciativas como Aula Planeta, Anaya Digital o la plataformaineveryCREA, con la que yo he colaborado, plataforma que pertenece al grupo Santillana. Dentro del negocio editorial sería intersante analizar la “gratuidad” de los libros de texto y las escasas opciones que otorga la Administración para huir de estos, o conseguir que ese dinero se invierta en otros aspectos más necesarios: más docentes, mejoras metodológicas, formación, bibliotecas de aula o huertos escolares.
En en el negocio de las tIC hay y han habido grandes inversiones, por ejemplo como señala Jordi Martí en su blog XarxaTIC, habría que analizar la razón por la que muchas administraciones han abandonado el uso de software libre en sus webs y sistemas o las concesiones a las empresas que se han ocupado de aportar los ultraportátiles del programa Escuela 2.0. ¿Qué ha quedado de esa gran inversión educativa? ¿Se ha hecho un inventario con todo ese material que se ha entregado? ¿Se ha comprobado su utilización?.
Por último quiero citar nuestro granito de arena a esta causa. Me refiero al uso indiscriminado de apps en Educación, apps que recomendamos para desarrollar tareas y proyectos educativos, no para buscar el beneficio económico sino el uso educativo. Sin embargo, obviamos que detrás de esas apps de Realidad Aumentada, códigos QR, redes sociales o blogs, se esconde el negocio de los datos o la publicidad: aplicaciones gratuitas a costa de acceder a nuestros contactos, poder publicar en nuestro nombre, acceder a nuestros datos, o que bombardeen a nuestros alumnos/as con publicidad.
Lanzo estas preguntas: ¿Cuál será la evolución de este acusado interés de grandes empresas por la Educación? ¿Lograrán iniciativas como el EABE o Novadors imponerse en la Educación?