reflect what you are
in case you don’t know.»
The Velvet Underground.
Antes de nada, una advertencia: ni los Reflectantes somos superhéroes invencibles, ni nuestro enemigo es ningún supervillano llegado de un planeta raro y lejano. Nada de eso. Los Reflectantes somos gente corriente, personas de la calle como tú y como aquél, como el 99% de la población. Y nuestros enemigos, por mucho que se parezcan a Fu Manchú, y por muchas ansias de dominar el mundo que tengan, son en realidad de carne y hueso. Se les puede vencer.
Por otra parte, superpoderes, lo que se dice superpoderes, tampoco tenemos. No volamos, no tenemos fuerza sobrehumana, somos vulnerables; no hemos mutado a causa de ningún experimento accidentado, ni movemos cosas con la mente; la injusticia, el miedo y el dolor nos afectan igual que a ti.
Lo único que tenemos un poco fuera de lo normal es un traje brillante que nos hemos hecho con papel de aluminio, y un par de herramientas curiosas: el Rayo reflectante y el Infalible inflable. Nada de otro mundo, cosas bien sencillas que tú mismo te puedes fabricar en casa sin mucho esfuerzo, porque de eso va todo esto, de que cualquiera se convierta en Reflectante cuando le llegue la hora, cuando ya no pueda más, se indigne y diga: «¡Basta! Hasta aquí hemos llegado».
Y es que los Reflectantes, más que un grupo son una técnica creativa que cualquiera puede aplicar. Es muy sencilla, verás, consiste simplemente en reflejar el capitalismo tal y como es, sin trampa ni cartón.
Un ejemplo: la crisis económica. Han sido ustedes muy amables por traérmela, pero siento decirles que se han confundido de destinatario, la crisis no es mía, así que la reflejo y se la devuelvo. Muchas gracias.
Otro ejemplo: la violencia. Voy a una manifestación y la policía me dispara pelotas de goma, gases lacrimógenos, y me graba con sus cámaras buscando en mí algún culpable de la crisis. Lo dicho, muchas gracias señores pero se confunden ustedes, la violencia viene de su lado, no del mío, y aquí están los reflejos de mi rayo reflectante para demostrárselo.
En este sentido, los Reflectantes somos como una especie de Deus ex machina, un elemento extraño e incoherente que surge en el escenario y resuelve la historia de golpe, rompiendo su lógica interna, como ese oportuno eclipse de las películas que aparece cuando nadie se lo espera y permite la huída del héroe.
Cuando el guión del mercado dice resignación y dolor, cuando dice paro, recesión y pobreza; cuando ante las protestas sociales los gobiernos responden con represión y prohibiciones, y cuando las personas pierden sus trabajos y sus casas para que los bancos no sufran, entonces… ¡rebota, rebota y en su culo explota! Aquí llegan los Reflectantes dispuestos a reflejar el Mal contra sí mismo.
Si quieres saber de verdad cómo actúan los Reflectantes y sus dos herramientas, no te pierdas este vídeo. Te va a gustar.
Reflectocubo (Noticia en La Sexta) from enmedio on Vimeo.