Los días 23 y 27 de Octubre, la
Coordinadora 25S ha llamado a rodear el congreso de nuevo, para
visibilizar el rechazo a dichos presupuestos pero, sobre todo, a la
estrategia de expolio de la que es sólo su último resultado. Por ello,
exigimos la dimisión del gobierno y la apertura de un nuevo proceso
constituyente. (Madrilonia)
En Barcelona se ha convocado #25O Envolta Delegació (19h c/Mallorca 278) i #27O Cassolada (19h Plaça Sant Jaume)
Los presupuestos de la Deuda
El
próximo 23 de octubre se inicia la discusión parlamentaria sobre los
presupuestos generales del Estado. No cabe duda, de que el déficit, y
con ello la política de austeridad que se impone para corregir el
supuesto despilfarro de las cuentas públicas, ha sido provocado por las
medidas de rescate bancario (inyecciones de dinero público a bancos y
cajas); los ataques financieros sobre la prima de riesgo (que a su vez
elevan los costes de financiación del Estado); el continuo proceso de
conversión de deuda privada en deuda pública (véase ahora el caso de
Bankia), etc. Tampoco cabe mucha duda que ha sido la connivencia
política lo que ha conducido el crash de la burbuja inmobiliaria, un
modelo económico alimentado por los dos partidos mayoritarios. Y que la
debilidad de las cuentas públicas tiene también su raíz en la subvención
fiscal a las rentas del capital (véase especulativas) y las reducciones
arbitrarias de impuestos a las clases altas y empresariales.
Y
sin embargo, ninguno de estos males han sido siquiera planteados, ni por
los principales partidos, ni tampoco por los grandes medios de
comunicación. Seguimos sin una auditoría de la deuda y sin propuestas de
liquidación, y mucho menos de control democrático, de las cajas en
quiebra; seguimos sin ver a los culpables de la burbuja en el banquillo;
seguimos sin plantarnos en Europa exigiendo una transformación fuerte
de la arquitectura institucional de la Unión; seguimos sin modelo de
crecimiento alternativo y sin una reforma fiscal que permita recaudar
más; seguimos recortando servicios públicos, empeorando la vida de los
ciudadanos y ahogando la poca actividad económica existente.
Efectivamente, la propuesta de presupuestos del gobierno se centra en
recortes del gasto público (sanidad, 22%; educación; 14%; cultura, 20%;
desempleo, 6%), en el pago de una deuda ilegítima (1 de cada 4 euros) y
en la ausencia de propuestas de nuevos modelos productivos. Y se basan
además en predicciones mucho más optimistas que las del resto de
instituciones de análisis económico.
Además, la experiencia de los
presupuestos presentados por el gobierno de Rajoy el pasado año nos
ofrecen algunas pistas sobre lo que podemos esperar de los mismos: su
incumplimiento. Tal y como ya hicieron, lo más previsible es que a lo
largo de los próximos meses se añadan nuevas partidas de recortes. Es
decir, los presupuestos no son ya un mapa sobre ingresos y gastos, sino
que forman parte de una estrategia comunicativa destinada a confirmar la
prioridad del pago de la deuda sobre cualquier otra variable pero sin
aclarar de qué capacidades sociales básicas se piensa recortar. Esta
falta de transparencia se debe en parte a que, tras la reforma
constitucional (de PP y PSOE) que ha impuesto el pago de la deuda como
prioridad máxima del Estado y dada la tutela de la Troika sobre la
economía del país, las nuevas exigencias impuestas por los acreedores
pueden dar una nueva vuelta de tuerca al expolio social. Dicho de otro
modo, los presupuestos son ya una buena medida de la pérdida de
soberanía y de la capacidad de control presupuestario por parte de los
Estados en relación a la Troika. O dicho de nuevo de otro modo, los
presupuestos no son el problema, sino el síntoma del problema. Y éste no
es otro que la propia estructura de poder de una Unión Europea
neoliberal, así como la sumisión del gobierno a las exigencias de
salvamento de la banca privada.
Los días 23 y 27 de Octubre, la
Coordinadora 25S ha llamado a rodear el congreso de nuevo, para
visibilizar el rechazo a dichos presupuestos pero, sobre todo, a la
estrategia de expolio de la que es sólo su último resultado. Por ello,
exigimos la dimisión del gobierno y la apertura de un nuevo proceso
constituyente.
La huelga general y de consumo
Uno
de los grandes éxitos del 25s fue el señalamiento del Parlamento
logrando que volviera a activarse de manera notable el descontento
ciudadano hacia un gobierno y unos representantes cada vez más
ilegítimos. Esta convocatoria, de mucho impacto con pocos recursos,
mostró la debilidad del gobierno, en su respuesta ultra-represiva, por
ejemplo, pero también en la reacción de la prima de riesgo: a veces los
mercados creen más que la gente en su poder de cambiar las cosas; Es
posible que su éxito, en Neptuno pero también en las encuestas (con un
77% de acuerdo con las razones de la movilización), haya movido a los
grandes sindicatos a lanzar esta convocatoria de huelga general.
Será
la 7ª huelga general desde el instauró el régimen constitucional de
1978 y nos trae dos novedades sustanciales: se convoca a la vez en
Grecia y Portugal, con lo que será una huelga general europea; y convoca
además a una huelga de consumo. Asistimos pues a una convocatoria con
posibilidades reales de acelerar los cambios sociopolíticos que ahora
atravesamos.
El carácter internacional de la convocatoria de
huelga es absolutamente relevante. La Huelga General del 14N es, por su
propia enunciación internacional, una huelga destituyente del modelo
europeo. Una huelga contra la deuda, la troika y los gobiernos
intermediarios de la misma en España, Portugal, Grecia, etc. A casi
nadie se le escapa ya que la única salida posible a la crisis es un
enfrentamiento directo entre las poblaciones europeas, hasta ahora
excluidas de cualquier mecanismo de voz sobre el proceso europeo, y la
alianza formada, de un lado, por el poder político europeo liderado por
Alemania y, de otro, por los agentes financieros transnacionales. Sólo
de una formulación clara de este conflicto puede surgir un nuevo espacio
democrático europeo en el que podamos pensar nuevas formas políticas de
vivir juntos. En esa clave podemos pensarla y a partir de ahí situarnos
en ella como movimiento.
Seguramente en los próximos días se activará de nuevo el dispositivo quincemayista extendido que fue “Toma la huelga“.
Un espacio de agregación y acción pensado para dotar de otros
contenidos y de otras formas de hacer y estar en huelga que incluyan a
una amplia parte de la ciudadanía que no se siente interpelada por los
grandes sindicatos. Puede valorarse también como éxito de los
movimientos ciudadanos que en la convocatoria hecha pública a través de
la “Cumbre Social”
se incorporen algunas dimensiones de lo que venimos llamando huelga
social. La huelga de consumo ha sido reclamada desde hace meses por el
15M y fue convocada con fuerza en última huelga general por Toma la
Huelga junto con otras organizaciones como FACUA.
Un paso más allá sería lograr que se parasen las operaciones
financieras de todo tipo que pasen por algún servidor informático
español.
La democracia avanza: Rodea el Congreso – Proceso constituyente:
Digamos
alto y claro que el pasado #25S se abrió una nueva fase de movimiento.
Una fase determinada por tres elementos fundamentales.
1.- La
identificación de una cadena clara de peldaños a superar en el camino a
oponer un conflicto real a la Troika. El primero en esa cadena de
oponentes es Mario Rajoy, “Final Boss” de la primera fase. Intermediario
de la Troika y representante de un gobierno que se sabe prescindible en
el momento en que el rescate se imponga como realidad y tenga que
aplicar las nuevas medidas que lo acompañan y la gobernabilidad sea
imposible.
2.- El ADN fundamental de la fase #15M combinado con
las innovaciones #25S: Horizontalidad, participación de cualquiera en
los asuntos comunes, política comunicativa muy intensa, producción de
consensos sociales amplísimos a partir de demandas fuertes que rompen
dicotomías ideológicas, deliberación constante, etc. Unido a una
capacidad inédita para construir conflicto hacia arriba, identificación
enemigos y combatiéndolos a partir de la toma de territorios en la
ciudad (El desplazamiento Sol-Neptuno) El asedio-no violento a los
centros de poder político retomando la tradición del scrache Argentino,
etc.
3.-La idea de que no hay salida posible a la crisis y a la
relación deuda/expolio sino es a partir de un nuevo marco común de
relaciones y derechos. Es decir, un proceso constituyente que, a partir
de los dos elementos anteriores (El ADN político 15m-25S y la
identificación clara de la jerarquía de poder y los mecanismos de
expolio en la Unión Europa)
En las próximas semanas tendremos la oportunidad de avanzar en estas discusiones en el Encuentro Europeo sobre Deuda, Derechos y Democracia del 1 Al 4 de Noviembre.