João França (@jotaemi) en eldiario.es
Dice la leyenda que los Iaioflautas
nacieron en un restaurante chino, que siguen frecuentando y donde
alguno se sabe la carta de memoria. Alguien comentaba las declaraciones
de Esperanza Aguirre sobre los perroflautas y alguien dijo que ellos eran iaioflautas.
Ahora hace un año, se presentaron en sociedad: en el día de acción
contra los bancos que convocaban colectivos del 15-M, un grupo de
personas mayores ocupó la central del banco Santander en Barcelona. ¿Su
objetivo? Reclamar una economía al servicio de las personas.
Dice la leyenda que los Iaioflautas
nacieron en un restaurante chino, que siguen frecuentando y donde
alguno se sabe la carta de memoria. Alguien comentaba las declaraciones
de Esperanza Aguirre sobre los perroflautas y alguien dijo que ellos eran iaioflautas.
Ahora hace un año, se presentaron en sociedad: en el día de acción
contra los bancos que convocaban colectivos del 15-M, un grupo de
personas mayores ocupó la central del banco Santander en Barcelona. ¿Su
objetivo? Reclamar una economía al servicio de las personas.
Desde entonces han llevado a cabo 21 acciones
en esta línea, ocupando desde centros de salud al consulado alemán,
pasando por otras entidades bancarias. Han tomado la ocupación de
lugares públicos como herramienta para denunciar cuestiones que
consideran relevantes a través de acciones de desobediencia noviolenta. A
diferencia de otros colectivos, hasta el intento de ocupar la Generalitat
con motivo de su aniversario, la policía nunca había podido pararlos,
ni siquiera cuando ocuparon el mismo Departament de Interior, para
reivindicar "una rebelión ciudadana"
con el objetivo de defender los derechos y libertades civiles, así como
reclamar la puesta en libertad de los huelguistas encarcelados en
Barcelona.
Celestino Sánchez, una de las caras
visibles del colectivo, explica porqué funcionan estas acciones. La
relación entre los iaioflautas se basa en la confianza. Se reúnen en
asambleas y un grupo reducido prepara cada acción, o "travesura", que es
como las llaman. Una vez preparada, comunican el lugar de encuentro a
los miembros del colectivo, y todos confían en lo que han decidido los
demás. Así impiden que se filtre su objetivo y se encuentren resistencia
policial.
Su
lema es "luchamos y lucharemos", para expresar que en su momento
lucharon por la democracia y el Estado de bienestar, y ahora han visto
necesario volver a hacerlo. Esta idea no es cierta en todos los casos,
porque muchos de ellos no han dejado nunca de movilizarse y estar
implicados como activistas sociales, como sindicalistas o como
militantes de algún partido. Tienen mucha experiencia en la lucha por
los derechos de la ciudadanía y, en un caso, hasta como diputado en
Parlament de Catalunya.
Hoy, estas personas con trayectoria son solo una parte del colectivo. Para muchos de los iaioflautas,
esta es su primera experiencia política. En Barcelona, por ejemplo,
cuentan que más de una abuela votante de CiU se ha sumado al colectivo
para defender los derechos de sus nietos. En Madrid o Valencia, cuentan
que también lo pusieron en marcha un pequeño grupo de activistas, pero
ahora ya son unas 80 personas de procedencia muy diversa en ambas
ciudades.
María Dulce, iaioflauta de Madrid (o yayoflauta,
que es como lo escriben en la capital), cuenta que oyó a sus compañeros
de Barcelona en la radio y la idea les gustó tanto que el 1 de mayo
pusieron en marcha el colectivo en Madrid. En Valencia, se organizaron
con motivo del aniversario del 15-M. Hoy en día ya hay 14 grupos de iaioflautas en toda España.
"Queremos despertar a la gente"
Joaquín,
de Valencia, tiene 57 años y algunas de sus compañeras le hacen broma:
"Es el jovencito", dicen riendo. Joaquín aclara que tiene nietos, pero
que no es necesario tenerlos ni estar jubilado para ser iaioflauta.
Él considera que el objetivo de sus travesuras es "despertar a la
gente" y considera que está funcionando, porque al "censo" de
iaioflautas de Valencia se suman entre 10 y 15 personas cada mes.
"Nos empezaron a llegar los iaios y
muchos no conocían las tecnologías de la información", cuenta Felipe
López-Aranguren. "Les dimos clases, y están muy contentos, porque han
aprendido cosas y se sienten vivos", dice. El buen humor es esencial
para los Iaioflautas. En sus acciones suelen lucir grandes sonrisas y,
cuando hay problemas, los afrontan con humor.
Es el caso de cuando ocuparon la Bolsa de Barcelona.
Fue la primera vez que encontraron una gran resistencia policial.
Cuando ya se retiraban fueron rodeados por los Mossos d'Esquadra, que
tenían el objetivo de identificarlos a todos porque habían hecho "algo
muy gordo". Se negaron a hacerlo y mientras duró su retención se
quejaron a los policias de sus hernias, de que tenían sed o de que
tenían que tomarse sus pastillas.
"Siempre que vamos a
una manifestación nos aplauden, somos un colectivo muy querido", dice
Joaquín. La verdad es que han conseguido convertirse en un referente. En
jornadas de movilización con varias convocatorias de manifestación, una
pregunta se ha hecho habitual es "¿Qué harán los Iaioflautas?" Están
presentes en las principales convocatorias de colectivos del 15-M, y en
los altavoces de su camión intercalan la música más animada con las
canciones más tradicionales que cantan Antònia o otras iaioflautas:
desde "A la huelga compañero" al "No nos moverán".
"La policía sabe que no tenemos miedo"
Celestino
Sánchez considera que la edad no es el principal motivo que evita la
represión policial. "La experiencia acumulada nos sirve para abordar las
luchas de hoy, y lo importante es que la policía sabe que no tenemos
miedo". Además, las acciones de los Iaioflautas se quedan en el límite
de la legalidad. Por eso, el abogado Carlos Sánchez Almeida considera
que en el anteproyecto de reforma del Código Penal hay un artículo
"hecho a medida para los Iaioflautas", que dice:
Los que, actuando en grupo, invadan u ocupen, contra la voluntad de su titular, el domicilio de una persona jurídica pública o privada, un despacho, oficina, establecimiento o local, aunque se encuentre abierto al público, y causen con ello una perturbación relevante de su actividad normal serán castigados con una pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses.
Ellos estan
dispuestos a seguir desobedeciendo. "Siempre que nos hemos propuesto una
acción, hemos demostrado que es posible", decía Celestino la mañana de
la celebración del primer aniversario del colectivo. Poco después, se
encontraron los Mossos d'Esquadra bloqueando la entrada al Palau de la
Generalitat, donde pretendían entrar y el mismo Celestino fue llevado
por una ambulancia con un ataque de ansiedad. Volvió a tranquilizar a
sus compañeros: "Lo que me ha pasado a mí es lo que os ha pasado a
todos, y esto solo prueba que necesitamos un gobierno al servicio de las
personas". A pesar de todo, se consideran victoriosos: "En toda la
democracia nunca nadie había hecho huir como ratas al gobierno de la
Generalitat", dice Miguel Tomás.
Su prioridad es
defender los intereses del 99%. "Queremos ser útiles", dice Celestino.
Por eso pretenden seguir llamando la atención, tanto con sus
"travesuras" como en las redes, a las cuestiones que les preocupan,
proponiendo alternativas y ocupando todo lo que crean necesario, hasta
la bandera.