El
análisis de la realidad es el primer paso de todo proyecto. Sin este
análisis un proyecto carece de sentido, ya que desconocemos la realidad
en la que queremos actuar.
El análisis de la realidad es un proceso
que consiste en descubrir cuál es el problema para resolverlo. Partimos
de una situación en la que algo va mal, intentando buscar el problema
más importante a tratar y sus causas más probables.
Font: Fran Pérez en Tasoc.net
Podemos establecer tres fases para el análisis de la realidad:
1. Fase de reconocimiento: Se seleccionan herramientas o instrumentos para la obtención de datos y se realiza la búsqueda de fuentes de información:
- Realizando un análisis de la comunidad en el que se traten los siguientes elementos: El entorno natural, el estudio de la población o de los recursos humanos, los recursos económicos, la seguridad pública, la salud y la sanidad, los recursos educativos, la prestación de servicios y la demanda social.
- Localizando a las personas implicadas en el proceso, tanto como receptores, como profesionales que van a intervenir o como institución o grupo social.
- Consultando otras fuentes como archivos, ficheros, estadísticas, publicaciones, evaluaciones de programas anteriores, etc.
El análisis de todos estos aspectos nos
dará una información completa del entorno donde se ubicará nuestra
intervención y nos facilitará el diseño del proyecto, ya que nos dejará
ver las posibilidades de actuación.
2. Fase de diagnóstico: Llevamos a cabo diferentes actuaciones:
- Identificación de la situación actual en cuanto a realidad que existe.
- Se establece cómo sería la situación deseable, qué queremos conseguir.
- Se analizan los recursos y posibilidades.
- Se identifican las causas de las discrepancias entre la situación actual y la deseable, investigando en qué condiciones se está y las que se requieren o se necesitan.
- Se identifican los sentimientos que producen en los implicados esas discrepancias.
- Se define el problema, de forma clara y precisa.
3. Fase de toma de decisiones:
- Priorizar los problemas identificados.
- Proposición de soluciones, evaluando el coste, el impacto y la viabilidad.
Debemos ser objetivos/as en la
recopilación de la información en este proceso, haciendo partícipes a
todas las personas implicadas, desde el principio hasta el final de la
evaluación del proyecto.
Desde el momento en el que realicemos el diagnóstico de la situación -o análisis de la realidad- comienza un proceso cíclico de constante y continuo avance, que nos permitirá alcanzar, en cierto modo, ese cambio deseado dentro del ámbito de actuación en el que nos encontremos.