El juego de las identidades divergentes acaba de empezar. La revolución es una fiesta.
¿Por qué hombres y mujeres?, ¿por qué vagina o pene?, ¿por qué identidades dicotómicas limitando la comprensión y desarrollo de la realidad?. Considerando que somos cuerpos a-sexuados cuyo comportamiento ante otrxs individuxs (en lo sexual y en lo cotidiano) vendrá determinado por química pura (cantidad X o Y de hormonas) así como por la educación que hayamos recibido, el vídeo plantea una verdadera revolución que supera los límites del feminismo ortodoxo e incluso aparentemente revolucionario y que va más allá de la simple defensa de los derechos de la mujer ante la imposición de la sociedad heteropatriarcal y plantea la negación misma de esas identidades y la liberación del género a través de la creencia de que no somos hombres ni mujeres, sino individuxs cuya búsqueda del placer, la satisfacción y el bienestar en lo sexual se ve limitada por construcciones sociales artificiales.