Y
eso que nos decían que reformarla era prácticamente imposible.
Perpetrada con nocturnidad y alevosía veraniega por los dos grandes
partidos compinchados, en apenas dos semanas y sin debate previo ni
consulta a la ciudadania, esta reforma afecta a la raíz de la
democracia y la autonomía del Estado y supondrá
la venta de parte de nuestros derechos.
Se
razona que era necesaria para calmar la desconfianza de los mercados.
Todo en nombre de vaticinios sobre el comportamiento de los mercados,
poder supremo y misterioso al que hay que aplacar con sacrificios
humanos: los
recortes de gasto social afectan a salud, educación y pensiones, o
sea, a la vida.
Pero,
¿qué implica la reforma?, ¿qué implica limitar el déficit?
1.
EL
FIN DEL ESTADO DEL BIENESTAR:
Limitar el déficit limita la capacidad de financiación del Estado y
con ello principalmente los gastos sociales, desde las pensiones,
sanidad, educación,… hasta los transportes, cuerpo de bomberos,
salario de funcionarios, etc…
2.
LA
BANCA GANA:
Los intereses y el capital de la deuda pública de las
Administraciones gozarán de prioridad absoluta, por encima de
cualquier gasto social. Buena parte de la nueva deuda que emitamos se
destinará a pagar la deuda ya existente, llevándonos a una espiral
de deuda que jamás podremos terminar de pagar. Un gran negocio para
nuestros acreedores, que principalmente son la banca francesa y
alemana.
Cuando
un municipio, diputación, comunidad o el estado central esté en una
situación difícil, por tener muchas deudas y obligaciones de pago,
cada euro que entre en tesorería tendrá que ir destinado a pagar la
deuda e intereses. Los créditos de la deuda pública pasarán por
delante de nuestros salarios, pensiones, educación, salud, servicios
sociales y obras públicas.,… Ningún tipo de gasto hasta que no
haya cubierto totalmente dicho importe.
3.
LA
ABOLICIÓN DE LA CONSTITUCIÓN:
Si el estado no puede pagar absolutamente nada, ni negociar, ni
mantener los servicios públicos, ni el país en funcionamiento,
TODOS los demás artículos de la constitución quedan en NADA.
Osea, que
los intereses de los mercados financieros estaran por encima de todo.
Por encima de nuestras pensiones. Por encima de nuestra educación.
Por encima de nuestra sanidad. Por encima de todos nuestros derechos
sociales.
No
se trata de salvar la economía española sino de aprovechar la
crisis para maniatar a los representantes de los ciudadanos por si
tienen la tentación de representar a sus votantes en lugar de a los
mercados.
Esta
es la idea central: en nombre de los mercados (cuyo criterio está
por ver) se impone una reforma constitucional a l@s ciudadan@s, sin
consultarl@s y aprovechando una mayoría parlamentaria que ya no
existe. Y de paso, se deslegitima una Constitución de quita y pon,
que es intocable para según qué cosas y se manipula en unos días
para lo que conviene a aquellos políticos coyunturalmente en el
poder.
Si
ya había una crisis de legitimidad profunda en la democracia
española, fuente de la indignación que comparte una gran mayoría
de la población, esta vergonzosa reforma de la Constitución
dinamita cualquier credibilidad de los políticos que la votaron.
Está claro, #nonosrepresentan.