1.-SE PUNTUAL. El tiempo de l@s
demás asistentes no es menos estimable que el tuyo. Es una falta de
consideración muy grande hacerles esperar. Muchas reuniones fracasan
por no empezar a la hora. Luego vienen las prisas y la falta de
seriedad; todo porque hubo quien llegó tarde, dando así la impresión de
falta de interés por la reunión.
2.-ESCUCHA SIN INTERRUMPIR. Sólo la persona que dinamiza o modera la reunión puede poner fin a una discusión, así como acortar una intervención que se alarga demasiado. Cuando en una reunión se interrumpen un@s a otr@s, no se avanza y falla la dinámica del grupo.
3.-ESCUCHA CON SIMPATÍA a quienes
exponen opiniones diferentes a las tuyas. Oir los pareceres de l@s
otr@s es la mejor idea de enriquecer tus ideas. Así, cuando te toque
hablar a tí podrás acertar mejor con la solución del problema que se ha
planteado.
4.-REFLEXIONA ANTES DE HABLAR. Siempre
se juzga a un@ por sus palabras; por eso, nunca debes expresarte con
frases incorrectas u ofensivas. Se puede muy bien mostrar
disconformidad con un@ o vari@s del grupo sin herirles.
5.-NO HABLAR SINO CUANDO TIENES ALGO INTERESANTE QUE DECIR. Esto
quiere decir que debes dejar de lado las palabras inútiles. Y otra
cosa: ser breves tiene mucho mérito y es cosa difícil, pero muy
provechosa.
6.-NO CRITIQUES, SINO CON CUENTA Y RAZÓN. Hacer
una crítica es, con frecuencia, la mejor manera de ganarse enemig@s. La
crítica ha de ser irreprochable y ha de ir seguida siempre de su
solución constructiva.
7.-COMPROMÉTETE A TOMAR RESPONSABILIDADES DE ACCIÓN. Lo de menos es el asistir a las reuniones. Lo que vale es el trabajo que un@ se propone hacer al salir de la reunión.
8.-SINCERIDAD. Debes siempre
expresar tu pensamiento, lo que quieres decir, con toda honradez
durante la reunión. No esperes a la salida para decir esa cosa que
conviene hacer, o para criticar aquello que se dijo en la reunión.
Después de la reunión ya no queda otra solución que realizar lo
acordado.