Compromiso político y teoría e investigación sociológica se unen para conformar la “ciencia
comprometida” a favor de los denominados “sectores populares” (en el
enfoque del autor y de la realidad colombiana, el campesinado y
proletariado rural). Este compromiso lleva a replantear el método de
investigación y a orientar el producto del conocimiento científico.
Fals Borda postula el método del estudio-acción, el que mas tarde se denominará investigación acción participativa (IAP), como praxis frente a los problemas derivados de la dependencia, la acción imperialista y la explotación oligárquica.
Los años 60 son una época de reorientación intelectual en las ciencias sociales. Fals Borda postula el empleo de técnicas de observación participante y de observación por experimentación (Participación-Intervención) que conllevan la implicación del investigador en la realidad y en los procesos sociales.
“Inicialmente, la inserción se concibió como un paso que implicaba no sólo combinar las dos técnicas clásicas de observación ya mencionadas, “sino ir más allá para ganar una visión interior completa de las situaciones y procesos estudiados, y con miras a la acción presente y futura. Esto implica que el científico se involucre como agente dentro del proceso que estudia porque ha tomado una posición a favor de determinadas alternativas, aprendiendo así no sólo de la observación que hace, sino del trabajo mismo que ejecuta con las personas con quienes se identifica”.
“En otras palabras la inserción se concibe como una técnica de observación y análisis de los procesos y factores que incluye, dentro de su diseño la militancia dirigida a alcanzar determinadas metas sociales, políticas y económicas.... Al mismo tiempo la inserción incorpora a los grupos de base como “sujetos” activos – que no “objetos” explotables – de la investigación, que aportan información e interpretación en pié de igualdad con los investigadores de fuera. Así, el compromiso viene a ser total y franco entre estos grupos.”
En
Reflexiones sobre la aplicación del método de estudio-acción en
Colombia (1972) Fals Borda distingue dos dimensiones del método. Una
primera dimensión en que:
1. Se produce ciencia como hecho natural de la conciencia social.
2. Se eligen temas y enfoques adecuados a nuestra conciencia de los problemas.
3. Se determinan los grupos claves de referencia.
4. Se actúa en consecuencia.
1. Se produce ciencia como hecho natural de la conciencia social.
2. Se eligen temas y enfoques adecuados a nuestra conciencia de los problemas.
3. Se determinan los grupos claves de referencia.
4. Se actúa en consecuencia.
Las técnicas de inserción profesional son la participación-intervención (Inserción cercana a como lo concibe la antropología tradicional); la activación (Inserción estratégica); la incentivación o agitación táctica (Observadores militantes) y la recuperación critica.
En una segunda dimensión del método, desaparece la inserción profesional, para dar lugar a la conformación de equipos políticos-científicos.
En un apartado del mencionado documento Fals Borda dice que “Los fundamentos de la escuela del conflicto, como se sabe, parten de Heráclito y Polibio, van al mundo árabe con Ibn Khaldun, vuelven al occidente con Hobbes, Hegel y Marx, y pasan últimamente al oriente con Mao y Giap, entre otros.” Encuentra útil la lectura de Simmel, Coser y Schaull. La sociología marxista del conflicto, así como la naturaleza de la dependencia (Teoría de la dependencia y de la organización popular que enfrenta esa situación) son utilizadas y analizadas en términos de la realidad colombiana y latinoamericana. O. Fals Borda refiriéndose a estos marcos teóricos menciona las obras de Ernesto “Che” Guevara, Régis Debray, Hugo Blanco, Maringhela, Pablo Gonzalez Casanova, Aníbal Quijano, Rodolfo Stavenhagen, Fernando Enrique Cardoso, Theotonio dos Santos, André Gunder Frank, Enzo Faletto, Francisco Weffort, Octavio Ianni, Florestan Fernández, Camilo Torres, Juan Friede, Germán Guzmán.