Bauman, Zygmunt (2006): Confianza y temor en la ciudad. Vivir con extranjeros.
Editorial Arcadia. Barcelona.
La editorial independiente catalana Arcadia inicia su singladura en el mundo editorial en lengua castellana con un libro que compila tres conferencias del prestigioso sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman: “Confianza y temor en la ciudad”, “En busca del refugio en la caja de Pandora” y “Vivir con extranjeros”.
El autor de Modernidad y Holocausto (1989), Éticas postmodernas (1993) y Modernidad líquida (2000) se ha convertido en un pensador clave para entender el cambio de paradigma en la sociedad actual, para la cual ha acuñado el concepto de “modernidad líquida”.
El contenido de esta obra nos permite entender las claves del miedo a los inmigrantes en la sociedad globalizada de una forma profunda y compleja. Bauman entrelaza en su discurso tres lugares comunes de su obra como son el exacerbado anhelo de seguridad en la sociedad de la “modernidad líquida”, la convivencia en el espacio público y la repercusión en el urbanismo y la visión de la exclusión social por la sociedad globalizada como permanente.
El cambio social entre la modernidad y la postmodernidad –para este autor- hace florecer un mayor individualismo que conlleva una aptitud de competencia permanente, en detrimento de aptitudes solidarias, lo que provoca una propensión al miedo a la caída social, y por lo tanto produce una búsqueda constante de la seguridad. Pero Bauman incide que esa inseguridad del individuo se plasma en el rechazo a los “superfluos” o a lo que R. Castell denominó las “nuevas clases peligrosas”.
Para nuestro autor los “superfluos” son los excluidos, los que están conectados a las redes globales, y por lo tanto aquellos que están unidos al espacio local. En la sociedad moderna la exclusión se vivía como una circunstancia temporal, pero en la sociedad globalizada pasa a convertirse en permanente, y por lo tanto estas “nuevas clases peligrosas” son imposibles de integrar y asimilar en la sociedad. Esto provoca una enorme inseguridad y tensión en los integrados en la sociedad global, es el miedo a no dar la talla, es el terror burgués al descenso a los infiernos de la exclusión. ¿Pero quienes son los “superfluos”? Los extranjeros son los máximos representantes para Bauman de este colectivo, pues son la imagen de la fragilidad y la precariedad de la condición humana, desatan en los integrados su inseguridad e incertidumbre porque son el reflejo humano de su miedo.
En esta obra se insiste en que la respuesta urbanística a la resistencia de los individuos globales a una convivencia en “alteridad” y a compartir el espacio público será lo que Bauman define como “arquitectura del miedo”, que visualmente pueden ilustrar las urbanizaciones en las afueras de las ciudad con elevadas medidas de seguridad que pueden levantar muros sólidos que impidan el paso a la diversidad social (interdictory spaces, gated communities, etc.). La búsqueda de lo homogéneo y la inserción en un medio uniforme socialmente provocarán una segregación espacial, entre los ghettos voluntarios en los que se encierran las clases medias y los guetos a los que se confinan a los excluidos. Ese odio a la convivencia, al intercambio y al diálogo social será lo Bauman acuñe como “mixofobia”, lo cual según este autor también tiene sus contrapartidas como nos indica en la siguiente frase: “El sustituto de la inseguridad no es el éxtasis de la calma, sino la maldición del aburrimiento”.
En este contexto social, la preocupación por la integración de los extranjeros en la sociedad deja de ser prioritario para dejar paso a la preocupación por la seguridad y el control de la inmigración. El autor polaco asume las tesis de Frederik Barth que defiende que las fronteras se trazan cuando surgen de improviso las diferencias y se toma conciencia de las mismas, después se buscan diferencias para legitimar esas mismas fronteras. Lo diferente –incide Bauman- en nuestras sociedades es personificado en el inmigrante económico, son los principales portadores de diferencias y por lo tanto, contra ellos se levantan las fronteras.
Bauman concluye con un alegato optimista, pues en nuestras sociedades connotadas por la “mixofobia” o miedo al intercambio social, también existe la “mixofilia” o propensión o deseo de mezclarse con las diferencias o con los que son distintos a nosotros en busca de nuevas expectativas enriquecedoras. Pero la receta para aminorar el miedo social o la inseguridad no pasa por evitar el contacto si no por fomentar este enriquecedor intercambio en las ciudades y, por lo tanto, por recuperar a nivel urbano los espacios públicos de convivencia.
En definitiva, en esta obra menor, Bauman destila en prosa magistral parte de su teoría social crítica del cambio social aplicándola al fenómeno de la inmigración económica en las ciudades globales, lo cual nos permite tener una visión compleja sobre la convivencia, el imaginario y las políticas públicas a aplicar para fomentar la “mixofilia” en nuestras sociedades, pero siempre teniendo en cuenta, cuales son los principales argumentos que pueden obstaculizar este camino.
El pensador polaco nos aporta una visión comprensiva de la extranjera en la sociedad globalizada y más concretamente, una interpretación de cómo las sociedades de acogida pueden responder ante el “reto de la convivencia” y de la diversidad. Bauman nos deja en su obra un dilema a solventar de forma comunitaria: ¿cómo evitar que la respuesta de las sociedades occidentales a la llegada de inmigrantes económicos sea una huída del espacio público compartido que refuerce la “mixofobia” latente es nuestras sociedades?
Belén Fernández Suárez
(Miembro del Equipo de Sociología de las Migraciones)
Internacionales [ESOMI]/Universidade da Coruña
Fuente: http://www.fundacionluisvives.org
Editorial Arcadia. Barcelona.
La editorial independiente catalana Arcadia inicia su singladura en el mundo editorial en lengua castellana con un libro que compila tres conferencias del prestigioso sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman: “Confianza y temor en la ciudad”, “En busca del refugio en la caja de Pandora” y “Vivir con extranjeros”.
El autor de Modernidad y Holocausto (1989), Éticas postmodernas (1993) y Modernidad líquida (2000) se ha convertido en un pensador clave para entender el cambio de paradigma en la sociedad actual, para la cual ha acuñado el concepto de “modernidad líquida”.
El contenido de esta obra nos permite entender las claves del miedo a los inmigrantes en la sociedad globalizada de una forma profunda y compleja. Bauman entrelaza en su discurso tres lugares comunes de su obra como son el exacerbado anhelo de seguridad en la sociedad de la “modernidad líquida”, la convivencia en el espacio público y la repercusión en el urbanismo y la visión de la exclusión social por la sociedad globalizada como permanente.
El cambio social entre la modernidad y la postmodernidad –para este autor- hace florecer un mayor individualismo que conlleva una aptitud de competencia permanente, en detrimento de aptitudes solidarias, lo que provoca una propensión al miedo a la caída social, y por lo tanto produce una búsqueda constante de la seguridad. Pero Bauman incide que esa inseguridad del individuo se plasma en el rechazo a los “superfluos” o a lo que R. Castell denominó las “nuevas clases peligrosas”.
Para nuestro autor los “superfluos” son los excluidos, los que están conectados a las redes globales, y por lo tanto aquellos que están unidos al espacio local. En la sociedad moderna la exclusión se vivía como una circunstancia temporal, pero en la sociedad globalizada pasa a convertirse en permanente, y por lo tanto estas “nuevas clases peligrosas” son imposibles de integrar y asimilar en la sociedad. Esto provoca una enorme inseguridad y tensión en los integrados en la sociedad global, es el miedo a no dar la talla, es el terror burgués al descenso a los infiernos de la exclusión. ¿Pero quienes son los “superfluos”? Los extranjeros son los máximos representantes para Bauman de este colectivo, pues son la imagen de la fragilidad y la precariedad de la condición humana, desatan en los integrados su inseguridad e incertidumbre porque son el reflejo humano de su miedo.
En esta obra se insiste en que la respuesta urbanística a la resistencia de los individuos globales a una convivencia en “alteridad” y a compartir el espacio público será lo que Bauman define como “arquitectura del miedo”, que visualmente pueden ilustrar las urbanizaciones en las afueras de las ciudad con elevadas medidas de seguridad que pueden levantar muros sólidos que impidan el paso a la diversidad social (interdictory spaces, gated communities, etc.). La búsqueda de lo homogéneo y la inserción en un medio uniforme socialmente provocarán una segregación espacial, entre los ghettos voluntarios en los que se encierran las clases medias y los guetos a los que se confinan a los excluidos. Ese odio a la convivencia, al intercambio y al diálogo social será lo Bauman acuñe como “mixofobia”, lo cual según este autor también tiene sus contrapartidas como nos indica en la siguiente frase: “El sustituto de la inseguridad no es el éxtasis de la calma, sino la maldición del aburrimiento”.
En este contexto social, la preocupación por la integración de los extranjeros en la sociedad deja de ser prioritario para dejar paso a la preocupación por la seguridad y el control de la inmigración. El autor polaco asume las tesis de Frederik Barth que defiende que las fronteras se trazan cuando surgen de improviso las diferencias y se toma conciencia de las mismas, después se buscan diferencias para legitimar esas mismas fronteras. Lo diferente –incide Bauman- en nuestras sociedades es personificado en el inmigrante económico, son los principales portadores de diferencias y por lo tanto, contra ellos se levantan las fronteras.
Bauman concluye con un alegato optimista, pues en nuestras sociedades connotadas por la “mixofobia” o miedo al intercambio social, también existe la “mixofilia” o propensión o deseo de mezclarse con las diferencias o con los que son distintos a nosotros en busca de nuevas expectativas enriquecedoras. Pero la receta para aminorar el miedo social o la inseguridad no pasa por evitar el contacto si no por fomentar este enriquecedor intercambio en las ciudades y, por lo tanto, por recuperar a nivel urbano los espacios públicos de convivencia.
En definitiva, en esta obra menor, Bauman destila en prosa magistral parte de su teoría social crítica del cambio social aplicándola al fenómeno de la inmigración económica en las ciudades globales, lo cual nos permite tener una visión compleja sobre la convivencia, el imaginario y las políticas públicas a aplicar para fomentar la “mixofilia” en nuestras sociedades, pero siempre teniendo en cuenta, cuales son los principales argumentos que pueden obstaculizar este camino.
El pensador polaco nos aporta una visión comprensiva de la extranjera en la sociedad globalizada y más concretamente, una interpretación de cómo las sociedades de acogida pueden responder ante el “reto de la convivencia” y de la diversidad. Bauman nos deja en su obra un dilema a solventar de forma comunitaria: ¿cómo evitar que la respuesta de las sociedades occidentales a la llegada de inmigrantes económicos sea una huída del espacio público compartido que refuerce la “mixofobia” latente es nuestras sociedades?
Belén Fernández Suárez
(Miembro del Equipo de Sociología de las Migraciones)
Internacionales [ESOMI]/Universidade da Coruña
Fuente: http://www.fundacionluisvives.org