Saul Alinsky David nació
el 30 de enero de 1909 en Chicago , Illinois y murió 12 de junio 1972
(63 años) en Carmel , California . Fue un organizador de la comunidad
Latina y escritor . Él es generalmente considerado como el fundador de
la moderna organización de la comunidad y ha sido comparado en Playboy
revista a Thomas Paine como “uno de los grandes líderes de América de la
izquierda no socialista.”
Lo que Saúl Alinsky nos ha dejado
Alinsky, el mezclador político principal, el planificador táctico y
el organizador social no le picaron palabras… La meta de Alinsky parece
ser animar el cambio social positivo equipando a activistas con una
mirada realista del mundo, una clase de desilusión con derecho
preferente. Si una persona sabe ya de qué mal es capaz el mundo, después
quizás el factor de la sorpresa se puede eliminar, haciendo la persona a
un activista más eficaz. Alinsky dice que animar al activista de futuro
se parece más al florecimiento y que no se preocupe mucho de ensuciar
sus manos. Es una parte del trabajo, dice.
*Sus reglas: “Táctica significa hacer lo que se puede con lo que se tiene”
- El poder no es solamente lo que usted tiene, sino lo que sus adversarios creen que usted tiene.
- Nunca se aleje de la experiencia de su gente.
- Cuando sea posible aléjese de la experiencia de sus adversarios.
- Obligue a sus adversarios a actuar según sus propias reglas.
- El ridículo es un arma muy poderosa.
- Una buena táctica es la que atrae gente.
- Una táctica que se toma demasiado tiempo se agota.
- No le suelte el guante. Aguanta la presión encendido.
- La amenaza intimida más que la propia acción.
- La ley principal de táctica es el desarrollo de operaciones que mantengan la presión constante sobre el adversario.
- Si empujas un duro negativo y bastante profundo se romperá a través en su counterside.
- El precio de un ataque acertado es una alternativa constructiva.
- “Hace falta elegir el blanco, fijarlo, personalizarlo y polarizarse sobre él al máximo”
*Estas “reglas de tácticas” fueron adaptadas de la Rules for Radicals
por Saúl Alinsky, Random House, 1971. Alinsky ideó y probó trece reglas
tácticas para el uso contra los opositores sumamente superiores en
energía y abundancia…
Los radicales precipitan la crisis social por la acción – usando
energía. Los liberales pueden entonces timidamente seguir adelante o
bien, como en la mayoría de los casos, ser barridos adelante a lo largo
del curso fijado por Radicales, pero todos debido a fuerzas unidas por
la acción radical. Los fuerzan a la acción positiva solamente a pesar de
sus deseos…
Alinsky practicó lo que él predicó. Él dijo… Las “táctica significan
que haciendo lo que puedes y con lo que tienes… táctica es el arte de
cómo tomar y de cómo dar.”
Él utiliza ojos, los oídos y la nariz para los ejemplos…
Ojos – “Si tienes una organización extensa, desfila antes del enemigo, demuestra abiertamente tu energía.” Oídos
– “Si tu organización es pequeña, hacer lo hizo qué Gideon: encubrir a
miembros en la obscuridad pero levantar un clamor que haga que el oyente
cree que tu organización numera muchos más que lo haga.” Nariz – “Si tu organización es demasiado minúscula incluso para el ruido, el hedor encima del lugar.”
Alinsky fue odiado y difamado por los enemigos de gran alcance,
prueba que sus táctica trabajaron. Su fórmula simple para el éxito…
“Agitar + agravar + educar + organizar”.
El método de lucha de Alinsky se sustentaba en la relación de los términos poder-programa-conflicto-negociación.
“El poder surge de la fuerza que se opone y ésta se alimenta de la unidad de intereses de los afectados y de su voluntad firme de enfrentamiento” (“La amenaza aterroriza más que la acción misma”).
Este mismo interés, “como motivación primera sobre la cual debe establecerse el animador”, clarificará los objetivos (programa) a lograr.
“Las tácticas del conflicto constituirán la técnica de integración del grupo impugnador y, al mismo tiempo, socavarán al poder impugnado conduciéndole a la negociación y el compromiso”.
El conflicto debía orientarse tratando de “salir del campo de la experiencia del enemigo siempre que sea posible (…) No salgáis jamás del campo de experiencia de vuestra gente. Cuando una acción o táctica es completamente extraña a vuestra experiencia se provoca confusión, temor y deseos de abandono. Esto significa también que ha habido un fracaso en la comunicación”.
Las tácticas del conflicto se deben adecuar a ritmos de enfrentamiento (acción-reacción) de tiempos cortos (“Una táctica cuyo desarrollo es muy prolongado deviene pesada”); contribuir a la cimentación de las relaciones solidarias de los participantes; y realimentar la constancia e imaginación como energía vital del poder tribunicio ejercido.
Dominar el conflicto implica alcanzar un poder que legitimiza el derecho a ser convocados a negociar y poder ofrecer sus alternativas como remedios a las causas que motivaron el conflicto.
(“El poder no es solamente lo que vosotros tenéis, sino igualmente lo que el enemigo cree que tenéis”).
Define Alinsky su propósito:
“no pretendemos otra cosa que poner en marcha un proceso”. En ningún
momento, y esto es importante de señalar y tener presente, él ofrece un
plan de Bienestar. Tampoco es un plan “sustitutivo” de la “guerra a la
pobreza” sustentado a nivel gubernamental, ni un plan de urbanismo. En
principio no se opone a otros programas que puedan existir a nivel local
o gubernamental. Es objetivo único de la IAF, entonces, poner en marcha
un proceso que implica la participación del pueblo en la definición y
conquista de las metas y propósitos que el mismo pueblo designa.
De sus experiencias Alinsky saca en consecuencia que las
organizaciones y las ideologías clásicas no pueden afrontar directamente
ni erradicar los problemas de la miseria, la discriminación racial, el
paro, la enfermedad o las incertidumbres económicas; causas todas que
son el caldo de cultivo de la delincuencia o los conflictos sociales.
Alinsky está convencido de que sólo los propios implicados pueden
resolver sus problemas si se lo proponen mediante una estrategia de
acción directa no-violenta.
En una entrevista aparecida en la revista Actuel (abril, 1972) se le
preguntaba: “¿Ha sido usted seducido alguna vez por una ideología?” A lo
que Alinsky contesta: “No, he ido siempre a tientas, siempre buscando.
En los años treinta acudíamos al socialismo que debía traer
infaliblemente el paraíso en la tierra, pero yo tenía
demasiado sentido del humor para aceptar esquemas dogmáticos. La
ideología y la risa no hacen buenas migas, y mis amigos comunistas no
reían jamás.
Para adherirse a una ideología hace falta creer profundamente en una
verdad primera que yo no poseo. Para mí la verdad es relativa. ¿Con
tales principios cómo diantres podría adoptar una ideología? Cuando se
está firmemente convencido de que “el poder pertenece al
pueblo” se organiza a la gente para luego ser ellos quienes lo ejerzan.
Esa es u ideología. ¡Hay que dejar ir a la gente donde ella quiera! .
Alinsky huyó de la tentación radical de la lucha armada
propugnada por los Panteras Negras. Alinsky se mofaba de las consignas
maximalistas que decían que “El poder está en la punta del fusil”
replicando que “dado que todos los fusiles están en manos del enemigo,
hay que estar triste por ello”.
Alinsky no fue un teórico ni un ideólogo. Fue ante todo
un hombre de acción y un excepcional estratega para poner en marcha los
medios más eficaces para reconstruir y significar las comunidades
marginales.
El sentido extremo de democracia y la autodeterminación
de los propios afectados eran los principios en los que se basaba su
acción.
Nunca se entrometió en los conflictos derivados de las comunidades
marginales si no fue requerido por sus representantes. Jamás buscó un
protagonismo personal ni permitió que nadie rentabilizara los éxitos
conseguidos por toda la comunidad.
Alinsky recogió sus experiencias en Reveille for Radical (1964); obra
que actualizó en 1971 bajo el título de Rules for Radical. Sus
discípulos (Tom Gaudette, Sheldon Trapp , Dom Elmer…) proseguirán
dirigiendo las organizaciones comunitarias creadas por Alinsky (IAF,
NCO) tras su súbita muerte en 1972.
Independientemente de su difusa ideología (pragmatismo populista) y
alianzas o apoyos interclasistas en apariencia contra natura
(especialmente con las iglesias y con pequeños industriales filántropos
que subvencionaban su organización), los métodos de Alinsky confirman
sobre todo que con voluntad, porfía e imaginación en la acción se pueden
conseguir demandas sociales que en la mayoría de los casos se dan por
imposibles. Se debería recuperar de la memoria el ejemplo de las
estrategias de Alinsky no sólo para resolver problemas que aún hoy nos
conciernen (convivencia multirracial, erradicación de la pobreza), sino
como posible resistencia a la tendencia actual que condena en nuestras
grandes ciudades a sectores numerosos de población a la agonía de las
miserias de la guetarización.
La imaginación y lo risible de las acciones provocaban entre en sus
participantes un sentimiento de fiesta (“Una táctica no es buena si la
gente no obtiene placer en aplicarla”) que reforzaba la predisposición a
continuar los enfrentamientos. En muchos de estos actos eran las
mujeres las protagonistas dada su disponibilidad. Alinsky dirá de ellas:
“¡Nosotros contribuimos mas al poder de las mujeres que el
Women´s Lib! ¡Las mujeres son una fuerza política real y son con
frecuencia más eficaces que los hombres!” Al final, el conflicto de Rochester se saldó con la victoria del gueto negro y la consecución de sus objetivos.