¿Sabías que hace ya tiempo (casi dos años) comenzó una revolución pacífica que provocó auténticos cambios
radicales en Islandia?
Después de que la economía de Islandia, la niña bonita del
neoliberalismo, se hundiese en 2008, con bancos quebrados y una deuda
inasumible, los poco más de 300.000 habitantes de esta isla nórdica
salieron a la calle y la liaron. Y no han parado hasta hoy.
La historia comienza como tantas otras que hemos oído contar últimamente: la crisis. A finales de 2008, los efectos de la crisis en la economía islandesa son devastadores. El
déficit alcanzó el 76%, los tres principales bancos entraron en
bancarrota y el país se fue literalmente a la ruina. Inicialmente se
pidió ayuda al FMI que concedió 2.100 millones de euros en préstamos mas
otros 2.500 de países limítrofes.Las familias islandesas deberían pagar esta deuda durante los
próximos
15 años al 5,5 % de interés. Inicialmente los islandeses protestaron
poco, puesto que la falta de costumbre había anquilosado sus
neuronas (la última manifestación había ocurrido en 1949 contra la
OTAN) y apenas acudieron 15 personas a manifestarse. Pero esta cifra
fue creciendo.
En octubre de 2008 el
Parlamento islandés nacionalizó los tres bancos más importantes, del país con el objetivo de
salvaguardar el sistema financiero del país, cosa que provocó la
huida de sus directivos y, temeroso de ver denegado su acceso a la Unión
Europea, promulgó una ley sobre el reembolso. Constatando que la suma
exigida significaría el pago de 100 euros mensuales durante ocho años
para cada uno de los habitantes de la isla. La gente
se vuelve a echar a la calle y solicita someter la ley a referéndum.
El 23 de enero de 2009 se convocan elecciones anticipadas y tres días
después, las caceroladas ya son multitudinarias y provocan la dimisión
del Primer Ministro, el conservador Geir H. Haarden, y de todo su
gobierno en bloque. Es el primer gobierno (y único que yo sepa) que cae
víctima de la crisis mundial.
En
enero de 2010 el Presidente, Ólafur Ragnar Grímsson, se niega a
ratificarla y anuncia que habrá consulta popular, cuyo resultado fue
una sorpresa: el 93% de los islandeses votaron contra el reembolso.
En Islandia, isla de 317.000 habitantes, con el Parlamento (Althing) más
viejo del mundo (año 930), el pueblo ha decidido no pagar.
Por supuesto, el Fondo Monetario Internacional, siempre dispuesto a ayudar, congela las ayudas económicas a Islandia a la espera de que se resuelva la devolución de su deuda. En contra de la típica actuación de los gobiernos europeos, los islandeses se negaron a pagar la deuda contraída por sus políticos (y por ello tratados como terroristas
por Inglaterra), de hecho cambiaron por completo a sus dirigentes,
detuvieron y procesaron a los banqueros y ejecutivos responsables del
desastre (muchos se dieron a la fuga y están buscados por la Interpol).
Las autoridades británicas e islandesas han detenido esta semana a nueve personas en Londres y Reykjavic en el marco de una investigación en marcha sobre
las circunstancias que llevaron al colapso a la entidad bancaria.
Islandia ha negociado con Reino Unido la devolución de parte de la deuda
a cambio de que no se les aplique la ley antiterrorista británica.
(Increíble pero cierto: un país que se autoorganiza es calificado de
terrorista. Esa es la senda que nos espera si nos salimos del camino
neoliberal que nos han marcado.)
Al mismo tiempo los islandeses decidieron cambiar la Constitución. Desde mediados de
febrero, 35 ciudadanos electos al margen de todos los partidos (de los 522 que se han presentado a las candidaturas, para lo cual sólo
era necesario ser mayor de edad y tener el apoyo de 30 personas) trabajan
sobre un nuevo texto (teniendo en cuenta las
recomendaciones consensuadas en distintas asambleas que se celebrarán
por todo el país), basado en la separación de la Iglesia y el Estado,
la nacionalización de los recursos naturales y la clara separación
entre poderes ejecutivo y legislativo. Deben entregar el texto antes del
próximo verano. El texto deberá ser ratificado inicialmente por el
actual parlamento y también por el nuevo parlamento que surgirá tras las
nuevas elecciones legislativas.
La
reciente y más innovadora estrategia en la que trabaja este gobierno
consiste en crear un “refugio” informativo. Islandia acogerá y
protegerá en su territorio a servidores y portales de la red que
publican diversa información secreta y comprometedora, recibida de
fuentes anónimas -un paraíso informático, libre de toda presión.
Algunos dirán que Islandia es una pequeña isla de tan sólo 300.000
habitantes, con un entramado social, político, económico y
administrativo mucho menos complejo que el de un gran país europeo, por
lo que es más fácil organizarse y llevar a cabo este tipo de cambios.
Sin embargo es un país que, aunque tienen gran independencia energética
gracias a sus centrales geotérmicas, cuenta con muy pocos recursos
naturales y tiene una economía vulnerable cuyas exportaciones dependen
en un 40% de la pesca. También los hay que dirán que han vivido por
encima de sus posibilidades endeudándose y especulando en el casino
financiero como el que más, y es cierto. Igual que lo han hecho el resto
de los países guiados por un sistema financiero liberalizado hasta el
infinito por los mismos gobiernos irresponsables y suicidas que ahora
se echan las manos a la cabeza . Yo simplemente pienso que el pueblo
islandés es un pueblo culto, solidario, optimista y valiente, que ha
sabido rectificar echándole dos cojones, plantándole cara al sistema y
dando una lección de democracia al resto del mundo.
Pues esta es la breve historia de la Revolución Islandesa: dimisión de
todo un gobierno en bloque, nacionalización de la banca, referéndum
para que el pueblo decida sobre las decisiones económicas
trascendentales, encarcelación de responsables de la crisis, reescritura
de la constitución por los ciudadanos y un proyecto de blindaje de la
libertad de información y de expresión. ¿Se nos ha hablado de esto en
los medios de comunicación europeos? ¿Se ha comentado en las repugnantes
tertulias radiofónicas de politicastros de medio pelo y mercenarios de
la desinformación? ¿Se han visto imágenes de los hechos por la TV?