¿Qué te haría participar en un
proyecto? Si el proyecto es una empresa –en el sentido mercantil del
término– la motivaciones son: un ambiente cómodo, poder crecer como
persona,… pero sobretodo ganar dinero. Se presupone que tu labor, tu
participación, tu trabajo no busca en primer lugar el beneficio del
proyecto, si no que te dé una remuneración para que puedas invertir en
otros proyectos en los que sí crees, por ejemplo: tu propia vida. Es
más, podrías trabajar en un proyecto en el que crees poco, nada o
incluso estés en contra, habitualmente se justifica por la
contraprestación que recibes.
En cambio, si el proyecto no es una empresa mercantil, por ejemplo:
la Wikipedia, el software libre, una asociación de defensa de los
animales o un grupo revolucionario anticapitalista –por dar algunos
ejemplos alejados unos de otros– no esperarás que te paguen por ello,
tus motivaciones serán otras que tienen más que ver precisamente con que
los objetivos del proyecto salgan adelante, para ello de hecho
invertirás tiempo, trabajo e incluso, a veces, dinero y más recursos
emocionales y personales que los que invertirías en los proyectos
mercantiles.
Para que quieras trabajar en que los objetivos del proyecto salgan
adelante primero tendrás que conocerlos y, entonces, creer en ellos.
Difícilmente te vas a ir a ponerte hasta las cejas de chapapote a
limpiar una playa lejana o jugarte la integridad física delante de un
policía armado si no crees en el proyecto que estás defendiendo. Por eso
los teóricos del ecologismo, feminismo, del movimiento de los sin
tierra o del conocimiento libre,… se encargan de dar una propuesta
coherente y éticamente justa por los valores que defienden. No vale
decir “hay que limpiar esta playa porque vamos a construir un hotel de
lujo en ella”. De hecho se espera que ese mismo trabajo de teorización
que están realizando lo hagan principalmente porque creen en él. La
credibilidad de los “líderes” sindicales se pone muy en entredicho
cuando nadie le ha visto trabajar pero si cobrar por su cargo. Pero ese
no es el tema que quiero tocar.
Los proyectos de los que estoy hablando tienen en común su principal
objetivo secundario: el ganar adeptos. Mientras más recursos humanos,
más contribuyentes haya, más fácil será llevar a cabo todas las partes
del proyecto que suelen ser muchas y, a veces, inalcanzables. Para ello
el proyecto se propone aceptar a cualquiera que esté de acuerdo con los
objetivos y no aceptará a quien esté en contra, por eso la Wikipedia
acepta cualquier contribución pero revierte las de los vándalos. Es una
sinergia: las participantes del proyecto esperan que el proyecto sea
ético (y, como veremos luego, lo siga siendo) y mantenga los objetivos
con los que ese inició y el proyecto acepta a miembros que quieran
trabajar para los objetivos del proyectos y no para perjudicarlo y no (o
no sólo) para el beneficio personal excluyente.
A mi entender y resumiendo: los proyectos no mercantiles consiguen
mayor o menor éxito por la suma de estos dos supuestos básicos:
- Tienen una base teórica ética, justa, coherente en la que se expresa claramente un problema común y una propuesta para resolverlo.
- La forma de poder contribuir al proyecto ha de ser sencilla: cualquiera puede participar, incluso se puede conseguir que sea más fácil participar que no hacerlo, es decir, el proyecto ha de ser abierto.
Estas bases han de mantenerse en el tiempo, mientras más tiempo se
mantengan más confianza generan. Por eso proyectos como la Wikipedia o
el software libre tienen tanto éxito ya que en un caso llevan 10 años y
en el otro 27 manteniendo la misma idea en unas bases escritas e
inamovibles[1].
¿Qué pasaría si dedicaras tus recursos en editar la Wikipedia y, de un
día para otro, la cerraran, apagaran todos los servidores, editaran
todos los contenidos en papel, los vendieran y dijeran que nadie puede
usarlos ni copiarlos si no es pagando? Al menos te sentirías mal,
engañada. Pero, tranquila, eso no puede pasar porque hay un compromiso
social (y legal) para que ello no ocurra. Ese compromiso del ejemplo es
común a muchos proyectos y se materializa en licencias, contratos y
manifiestos.
Algunos ejemplos.
- Licencias para contenidos culturales Creative Commons
- Libre organización
- Manifiesto comunista
- Contrato social de Debian
O algunos menos reducidos en los que he trabajodo personalmente:
- Libertades para las relaciones sexoafectivas y de parentesco
- La Web Libre y punto
- Licencia Procomún de la Red Abierta, Libre y Neutral
Agradecería que comentarais más materializaciones de compromisos, si conocéis.
¿Qué pasa cuando el compromiso no se cumple? Parece mucho más fácil
que un compromiso no se cumpla si el compromiso no queda claro desde el
principio. Por ejemplo: una persona te propone hacer una entrevista, en
ella le debes hablar de tu vida en la que aportas tu conocimiento. La
entrevista puede ser para un medio de comunicación (que, por ejemplo,
vende la copia) o para una investigación (que, por ejemplo, tiene una
beca asociada que cobra la persona que realiza la entrevista),
normalmente no pagan por estas entrevistas, si participas en ella es o
bien porque crees en el proyecto de investigación y el enfoque que se le
da o crees que es útil que este tipo de conocimiento se difunda o una
mezcla de ambas. Este tipo de acuerdos más entre dos personas no quedan
claros en un principio y suele darse el caso que el resultado no es el
esperado por la parte que ha accedido a hacer la entrevista: por ejemplo
el resultado ha sido publicado de forma interpretada y dista bastante
del mensaje que la entrevistada quería transmitir, por ejemplo el
resultado de la publicación no permite que la propia entrevistada pueda
copiarlo a sus amistades o, directamente la entrevistada no recibe una
copia.
Hablo de esto porque a mí me ha pasado. Y no soy la única. El otro día, en un taller de iniciación de teatro de la oprimida el conflicto en el que estábamos todas de acuerdo sobre el cual ponerse a trabajar tenía este nombre:
“Utilizar la idea de libertad que legitima el espacio para fines privados”.
Desgraciadamente es bastante común en proyectos que se presentan a sí
mismos como éticos, justos o abiertos o que se presentan a sí mismos
como vías de soluciones de problemas comunes (tales como la dificultad
al acceso al conocimiento, el control de las tecnologías de la
información y la comunicación, la dificultad al acceso a la vivienda o a
espacios no comerciales de sociabilidad e intercambio de conocimientos o
la discriminación por motivos de género) sean en realidad solución a
personas o organizaciones concretas que lo que buscan es su propio
beneficio (su propio acceso al conocimiento, su propio control de las
tecnologías de la información y la comunicación, su propio acceso a la
vivienda o a espacios o su propio beneficio en la consecución de un
estatus social).
Todavía recuerdo en el transcurso de una reunión hace unos siete años
con un miembro en su momento reconocido como pionero de una de las
llamadas redes inalámbricas libres
de Barcelona (no diré el nombre aquí porque mira, pero que si alguien
me pregunta le digo) en el que le decían que el proyecto abierto y
participativo no había beneficiado a la comunidad tal como estaba
planteado y él contestaba que no veía que no se hubiese hecho nada, que
él tenía conexión inalámbrica en su casa y que podía conectarse desde el
sillón. Pongo este ejemplo porque ya queda lejos en el tiempo, pero
esta problemática está pasando ahora en diversos ámbitos y es difícil de
abordarla y enumerar aquí cuáles firmando con mi nombre sin que esos
ámbitos se te echen encima. Considero este enmascaramiento de proyectos
privativos especialmente perversos (en mi opinión, más de lo que sería
que te timaran en un proyecto mercantil), porque:
- Juega directamente con sentimientos: cuando trabajas en un proyecto de base tienes ganas de cambiar las cosas, quieres demostrar que se pueden hacer las cosas de otra manera, es una cuestión de ideales, de emociones e incluso de identidad. Timar a una persona por su dedicación en ideales es timarla profundamente, confundirla en sus ideas, hacerla sufrir y trastocar su identidad.
- Desligitima al proyecto y, por extensión a proyectos similares: Se pone en duda la propia integridad del proyecto tal como estaba planteado y se suele extender al propio formato del proyecto con afirmaciones del tipo: “¿qué podías esperar de trabajar con fanáticos animalistas?”.
- Se produce indefensión, no sabes a quién recurrir: si un empresario no te paga, tienes el apoyo general de la población y, además, mal que bien puedes recurrir a los tribunales. En un proyecto externo al orden establecido en algunos casos hoy por hoy no hay un organismo que te pueda ayudar (tal vez haya que crearlo en todos los casos).
- Dificulta otras vías para cumplir los objetivos iniciales: proponer una revolución de un sistema de opresión y oprimir en el proceso a una parte de las contribuyentes a la revolución a parte de ir totalmente en contra del propio proyecto genera más desigualdad a largo plazo, ya que el propio proceso revolucionario se da por iniciado y se reconoce socialmente como tal, hecho que dificulta el surgimiento de otros procesos de cambio que empiezan a posicionarse en contra del primero que se ha llamado revolucionario.
Por lo general no hay intencionalidad en los procesos de
privatización de proyectos abiertos y justos, suele ser consecuencia de
falta de tiempo, de miedos y de una forma socializada de trabajar
basadas en la jerarquías.
Por lo dicho, mis propuestas son:
Antes de participar en un proyecto asegúrate que quedan claras las
bases y objetivos del proyecto y que son compartidas por todos los
miembros. Tal vez tenerlas por escrito te parezca mostrar una falta de
confianza, el nivel de formalismo lo eliges tú, piensa que una
producción textual es una declaración de intenciones no sólo para los
miembros que participan en el proyecto, si no también para futuros o
para el entorno que te pueda acusar. Una hoja de objetivos permite
mantener el rumbo del proyecto independientemente de las personas que
trabajen en él.
Si no puedes dedicarle a un proyecto el tiempo que se merece para que
el proyecto siga siendo abierto mejor no le dediques tiempo en
absoluto, no obstaculices con tu pasividad el trabajo de otras personas,
nadie te obliga a que le dediques más tiempo a un proyecto de
voluntariado, pero otras personas sí que pueden dedicárselo. No busques
reconocimiento social por la participación en el proyecto. No busques
deliberadamente hacer más trabajo que otras personas para poder ostentar
mejores posiciones dentro de él. No ostentes posiciones de poder dentro
del proyecto, si por el tiempo que llevas trabajando en él o por la
confianza que depositan otras personas en ti o por cualquier otro motivo
tienes más conocimientos has de favorecer que otras personas puedan
acceder también a esos conocimientos para que puedan generar también
confianza en otras personas. Que no te dé rabia y no obstaculices que
otras personas se beneficien de tus conocimientos para desarrollar
trabajos dentro (o fuera) del proyecto.
Si ves que en tu proyecto se crean estas injusticias, denúncialas
públicamente dentro de la comunidad más general. Propón al mismo tiempo
las vías para corregir que no pase por cerrar indiscriminadamente el
proyecto o expulsar a personas de él. Si consideras que peligra algún
aspecto de tu vida haz una denuncia anónima. Las denuncias anónimas
suelen tener menos validez que las que se hacen a través de un nombre.
En tal sentido puedes encontrar a quien te respalde en el proyecto y que
haga la denuncia en su nombre. En tal sentido podemos plantearnos hacer
una organización que se encargue de investigar y denunciar públicamente
que proyectos que se las dan de abiertos, horizontales o justos a la
práctica son excluyentes, jerárquicos y reproducen un sistema de
opresión.
- [1] En el caso del software libre tiene como base el manifiesto GNU y las licencias GPL y FDL de Richard Stallman y en el caso de la Wikipedia tiene como base el Proyecto de Enciclopedia Libre también de Richard Stallman y las licencias de Creative Commons Atribución-Compartir Igual y la FDL ↩